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La Guerra Civil, que el padre Batllori denominaba Guerra Incivil, es un periodo del que suelo huir, que solo trato a veces cuando encuentro algún documento importante. Y no es un tema que me apasione porque suele estar rebosante de visceralidades y de uso político. Eso sí, tengo amigos en Mallorca que conocen muy bien lo que pasó en aquel conflicto, estupendos historiadores como Antoni Picazo Muntaner, que expurgó a fondo el archivo de Artà, Juan José Negreira Parets que ha escrito varios enjundiosos libros imprescindibles para entender la guerra y la posguerra en Balears y Manuel Aguilera Povedano que constantemente descubre asuntos nuevos y muy intrincados. Y entremos ya en harina.

Como es sabido, los recortables son juguetes realizados en láminas de papel o cartón, con figuras para ser recortadas y montadas, y de temática variada: muñecas, soldados, edificios, teatrillos, e incluso temas religiosos. Y hete aquí que en el archivo del Museo del Traje (Madrid) se encuentra un rarísimo recortable, pura ephemera, alusivo a la Guerra Civil en Mallorca. Estos recortables eran una forma de adoctrinar e ideologizar a los niños. Se editaron muchos en ambos bandos. Los recortables republicanos estaban dedicados a ensalzar figuras como las de Durruti o el general Miaja, los del bando nacional se centraban más en el aparato militar y en el armamento (el crucero Canarias, la legión Cóndor). El mayor coleccionista de este tipo de piezas de papel es Francesc d’Assís López, que ha reunido más de seis mil.

El recortable de Mallorca (25,20 x 34,10 cm) es de 1936, fue impreso en papel blanco, técnica de cromolitografía, en Barcelona, en las Industrias Gráficas Offset. Forma parte de una serie de cuatro cuyo lema era ‘Episodios de guerra por la Libertad’. Francesc d’Assís nos confirma que la imagen «es la lámina núm. 4, la núm 1 corresponde a Barcelona (Drassanes), la núm. 2 a La Sierra y la núm. 3 a Zaragoza. No tengo constancia de más recortables de Mallorca sobre la Guerra Civil».

En el recortable de Mallorca se aprecia la imagen de un pueblo con un parapeto de piedras cercano al mar, defendido por varios soldados; figuras, árbol y arbustos, torre de un submarino con la bandera española republicana, barca de remos con marinos, grupo de dos soldados y un marino. Nos comenta Manuel Aguilera Povedano que «las construcciones que vemos en la lámina son las llamadas ‘Casas de sa Coma’, una fábrica de leche condensada que sirvió de cuartel general de Bayo. Está justo en la esquina de la playa de sa Coma con Punta n’Amer; en el dibujo han añadido más casas».

Las instrucciones para montarlo son: «Recórtense todas las piezas con cuidado, y con un punzón o una punta que no corte, rallar todas las líneas marcadas así - X - X - X - X - teniendo en cuenta que / las líneas cruzadas son para doblar hacia delante y las de puntas solas se doblarán al revés. Las líneas marcadas gruesas en el fondo se cortarán con un cortaplumas / Nota: esta construcción se monta sin necesidad de pegar nada con goma».