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La sombra de 2008 es alargada. Entonces, la crisis financiera se desató con fuerza y enterró un crecimiento que parecía exponencial. En Estados Unidos, la quiebra de Lehman Brothers supuso el desagüe financiero. Esto lo ha explicado Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal en el epicentro de la Gran Recesión, en sus memorias de esa crisis. Bernanke reconoció que sus conocimientos de historia económica –realizó su tesis doctoral sobre el crack de 1929– fueron decisivos para no incurrir en los errores que se habían adoptado al caer Wall Street, en octubre de 1929.

Sin embargo, ahora esa sombra a la que aludíamos es alargada, ha reaparecido. La caída del banco SVB, en California, está motivando un cuerpo de comentarios de alto voltaje. Pero el contagio financiero generalizado en Europa no parece plausible, a pesar de los graves problemas del Crédit Suisse y del Deutsche Bank. Veamos, a nuestro entender, algunos elementos explicativos, de contraste.

1. El modelo de negocio de los bancos europeos es distinto al de los americanos, esencialmente los medianos, que son los que manifiestan problemas. El SVB, por ejemplo, es una entidad que ha concentrado tanto su activo como su pasivo, mientras que la banca europea ha diversificado su cartera de negocio.

2. Existen marcos regulatorios diferentes, que facilitan que los bancos europeos tengan requerimientos de capital y de liquidez muy superiores en comparación a los bancos medianos norteamericanos. Por tanto, disfrutan los europeos de una posición de liquidez y de capital más solvente, más sólida, para afrontar una turbulencia.

3. El SVB estaba posicionado negativamente ante subidas de tipos de interés, es decir: cuando éstos suben, se tienen menos beneficios. Por su parte, los bancos europeos tienen posiciones positivas a las subidas de tipos: ganan si éstos crecen.

4. Las medidas supervisoras son menos estrictas en las finanzas norteamericanas. A los bancos medianos se les aplican stress tests no demasiado exigentes, cada dos años. Los bancos europeos tienen stress tests cada año, auspiciados por el Mecanismo Único de Supervisión del Banco Central Europeo (SSM, por la sigla en inglés) con auditorías de liquidez, así como análisis sobre el riesgo actual o futuro para el capital y las ganancias del banco (IRRBB, sigla en inglés).

Los problemas estructurales son la base de esta tormenta financiera: la falta de regulación bancaria en Estados Unidos, con la derogación de leyes importantes (Trump en 2018). Ahora bien, otro elemento debe añadirse: los animals spirits, es decir, siguiendo la tesis keynesiana, la actitud, la visión, el digamos que ‘alma’ de los agentes económicos. Éstos se contagian del pánico de manera bastante automática, a tenor de las noticias que se van divulgando: de ahí, por ejemplo, el vaivén bursátil.
No parece que estemos ante una reedición de 2008. Pero urge regularizar más la esfera financiera de la economía. Los mecanismos de supervisión macro-prudencial deben intervenir con regularidad, de forma rutinaria, en los procesos de auditorías y de revisiones del estado de los bancos, sean del tamaño que sean.