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Joan Riera presenta esta tarde en la Fundació Sa Nostra su segunda novela. Curioso, vocacional, inconformista, siempre sediento de noticias, Joan ha tocado todas las facetas del periodismo escrito desde los tiempos de la Transición. Ha leído centenares de libros de historia y ha tratado con miles de políticos, empresarios y funcionarios. Con esa inmensidad de datos y conocimientos, ha buscado respuestas y ha conseguido descifrar intríngulis de situaciones que aún están aquí, que forman parte de nosotros, incluso sin que lo sepamos. Los antiguos negocios del PCE, las luchas en el PSIB-PSOE, los entuertos de Gabriel Cañellas y Cristòfol Soler; Paco Obrador, Nájera,Delgado y los grandes intereses en Calvià; el papel político de la familia March o de la saga hotelera de los Barceló; la guerra de Gabriel Escarrer con la ecotaxa de Celestí Alomar; Matas y Munar; las locuras y los negocios de Bauzá, la influencia de los medios de información en este tinglado... Una mínima parte de todo esto emergió hace dos años en su primera novela de ficción, La memòria esclava, y podría hacerlo ahora de nuevo con El sol sortí pel sud, un relato sobre el 1-O con perspectiva mallorquina. Pero la cuestión es que la realidad supera en mil pares de veces a la fantasía, y un periodista de batalla que ya ha transitado hacia la jubilación debería acercarnos a ella y dejarse de novelas. Hay datos inéditos y situaciones ocultas que explican muchas cosas. Joan, que no se olvida de los detalles y que vertebra bien el relato, debería escribir esas memorias. Y que nadie se espante: en todo eso hay mucho más de cómico que de serio.