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La presidenta del Govern, Francina Armengol, aceptó, esta semana, el ‘regalo’ de los representantes de la Casa Balear en Cuba, y era un libro con los discursos de Fidel Castro. Creo que el problema de occidente son sus políticos. Es como si en sus mentes solo cupieran los intereses de su partido y su hubiesen olvidado de la paz social que deben preservar; ellos, por sus cargos, no deberían seguir la consigna «todo vale para ganar, hasta la mentira y la falta de honestidad» porque luego tal lema se les va pegando a sus votantes y la sociedad se polariza. No voy a ser como ellos ni sus voceros. El PP no debería justificar a Vox ni a ninguna doctrina fascista. No soy ni seré extremista ni pactaría con ellos ni con Podemos. No les justificaría. Miren lo que está pasando con el jefe de esa falsa democracia llamada Rusia. Ningún extremista es de confiar, ya que su postura demuestra que ha perdido el sentido común: la capacidad de pensar en el bienestar de todos y aceptar al distinto, o la capacidad de sostener con dignidad la balanza de la justicia. Pero lo que más me indigna es la hipocresía de ver que ningún partido ‘progresista’ se ha quejado del ‘regalo’. ¿En qué quedamos? ¿Somos o no demócratas? Porque si justificamos la dictadura cubana, justificamos el fascismo. ¿Qué hubiera sucedido si un dictadorzuelo africano hubiera querido hacer ese regalo?: Que los mal llamados progresistas, en nombre de una libertad, una justicia y una democracia de las que Cuba carece, hubieran salido a la calle… hasta los sindicatos que solo ahora, a punto de las elecciones, han salido de los despachos a justificar sus existencias, se unirían a una manifestación que en Cuba… no estaría prohibida –solo lo están las que no le besan el culo al dictador–. Creo que los partidos de centro derecha e izquierda que gobiernan las democracias europeas, miopes, poco a poco, justifican a los que no son demócratas y eso es peligroso. Los demócratas deberían marcar las diferencias con todos los que creen en la violencia para estar en el poder. En todo caso, con lo hecho Armengol, se justifican pactos y regalos entre el PP y Vox y si el PSOE tuviera vergüenza, no se quejaría de ellos, ya que ellos hacen lo mismo. No sean hipócritas.