El ecuador del mes de agosto es sinónimo de fiestas patronales y verbenas en muchos rincones de España y Mallorca no es una excepción. La laxitud propia de esta jornada festiva, calurosa y masificada proporciona un excelente momento para rendir un modesto homenaje a ese brebaje dulzón y colocón que nos alegró la juventud a toda una generación y espero que continúe haciéndolo a la siguiente: el kalimotxo. Hoy son una pandilla de jubilados canosos, pero hace cincuenta años eran un grupo de adolescentes vascos, de Getxo, encargados de organizar las fiestas del puerto. Han contado la anécdota mil veces, pues tiene su gracia. Tenían que contar con dos mil litros de vino tinto para abastecer a los participantes del festejo, cuando descubrieron horrorizados que se había picado.
Kalimotxo
Palma17/08/22 3:59
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1 comentario
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Recomiendo vino con gaseosa esa que apenas tiene sabor y tres cubitos.... Menos norteño ..más Mediterráneo. Chin...Chin.