TW
4

La imagen de Juan Pedro Yllanes abandonando el salón de plenos el martes antes de la votación de la ley turística del Govern es la confirmación del nulo peso de la formación morada en el gabinete autonómico. Todas sus aportaciones a dicha ley han sido tiradas a la basura y en la recta final de la tramitación se ha demostrado que Armengol ha preferido los votos del PI y los de Ciudadanos a los de sus socios de gobierno. Sabemos que Podemos sigue en el Govern porque no consta que sus consellers hayan sido destituidos, pero cuesta recordar algo que hayan hecho esta legislatura que sea relevante. De aquellos miles de puestos de trabajo que Yllanes anunció que se crearían como alternativa al turismo nunca se supo. Imagino que ni los propios militantes de Podemos llegaron a creerse lo de las placas solares como nuevo motor de la economía balear. Con los esfuerzos que hizo Yllanes para convencernos, el fiasco ha sido total y absoluto.

Mae de la Concha tampoco sale muy bien parada en cuanto a gestión. Y parece que también se ha convertido en un cero a la izquierda en el Govern, igual que Yllanes. Hace unos días, por ejemplo, asistió al centenario de la cofradía de pescadores de Ibiza, pero los servicios de protocolo del Govern decidieron que todo el protagonismo fuese de Josep Marí ‘Agustinet’, que será el candidato socialista al Consell y Armengol lleva meses promocionándolo. Cuentan los que asistieron al acto que Mae de la Concha amagó con marcharse del acto por el ninguneo del que era objeto pese a ser ella la responsable de las competencias de Pesca, pero finalmente su enfado se limitó a no posar en la foto de las autoridades. Por su papel en el acto hubiese podido ahorrarse el billete de avión a Ibiza.

A falta de menos de un año para las elecciones quizás ha llegado el momento de analizar las expectativas que crearon desde la formación morada y la realidad objetiva de lo que ha sido su paso por el poder. En materia de vivienda, por ejemplo, insistieron en lo del derecho constitucional, en la necesidad de dar respuesta a las personas con menos recursos, pero al final ha ocurrido igual que con las placas solares: las VPO brillan por su ausencia en Balears, donde no solo las personas con pocos ingresos no tienen casa propia sino que hasta se ha disparado el precio de las habitaciones. De alquileres y viviendas en propiedad lo dejamos para los millonarios, pero la situación objetivamente ahora es peor que cuando Podemos no gobernaba y prometía grandes cambios a sus futuros votantes.

Tampoco se puede decir que hayan acabado con la casta política en Balears, que era uno de sus grandes objetivos. Recuerden toda la polémica que se vivió con el plus de residencia para altos cargos sin vivienda en Mallorca, cuyo privilegio ninguno de ellos quería perder. Mae de la Concha llegó a decir que a ella solo con el sueldo de consellera (más de 3.000 al mes) y sin el plus no le alcanzaba para vivir, olvidando todo aquello que decían en Podemos sobre los privilegios de la clase política y tal y cual.

La ley turística era una buena prueba para que Podemos impusiese su modelo turístico pero ni les han dejado ni han podido. Su papel en esta ley es un preludio de lo que les ocurrirá en un año. O no serán necesarios para que Armengol siga gobernando o, simplemente, se irán a la oposición para seguir prometiendo lo que no han sido capaces de hacer mientras han gobernado.