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Interesante el tema que está de moda, se puede espiar a los independentistas, pero no se espía a los fascistas. Tenemos unos 007 tan listos y secretos que toda España sabe a quién espían, eso sí con permiso de un juez del Tribunal Supremo. Ya saben uno de aquellos que sentenciaron a cárcel a los espiados. Lo otros espiados, los del Gobierno, no es cosa del CNI sino de alguien desconocido, si lo piensan bien es algo así como unos Daniel Craig, pero a lo Mortadelo y Filemón. Saben hasta la marca de calzoncillos que usa Puigdemont, pero fueron incapaces de encontrar las urnas del referéndum o detectar las intenciones del imán de Ripoll.

Yo con once años iba a Bourg-Madame para comprar el Playboy, las mujeres desnudas me importaban poco, pero revendía las revistas a los mayores y ganaba el doble de lo que costaban. De jovencito ya sabía que algo no encajaba en un país que no permitía ver cuerpos desnudos y los falangistas chuleaban por las calles de toda España. Puigdemont les ha mandado a la mierda, no es para menos, servicios secretos que no se enteraron del dinero que amontonaba el ciudadano Juan Carlos, que no tienen ni idea de quienes espiaban al presidente del Gobierno (si no es una cortina de humo), que cuestan millones del presupuesto y fueron incapaces de saber que Marruecos mandaría centenares de personas a invadir la frontera de Ceuta.

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, algún listillo tipo Emiliano García-Page o la mema madrileña, saltan para decir que antes de hablar Puigdemont tiene que rendir cuentas a la Justicia, por cierto, ahora también le atribuyen relaciones con Putin. El señor Emiliano no se ha enterado de que Puigdemont se presentó ante la Justicia y lo dejaron en libertad y que actualmente es diputado en el Parlamento Europeo. Ahora piden que el fiscal investigue el patrimonio del jefe de su oficina. No les dejarán en paz hasta que se aburran de tanta majadería. El ‘estado profundo’ no puede soportar que Puigdemont se tome a cachondeo sus veleidades patrióticas y que ande por Europa como Pedro por su casa. El Gobierno que tenemos es el mejor gobierno posible, en cambio los espías y los del espíritu antiguo están de más.