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Una amiga intentó el pasado viernes contactar con su médico de cabecera en Palma. No ha sido atendida personalmente por su médico de cabecera desde hace años (no recuerda ni su cara) pero necesita prorrogar una baja por enfermedad y necesita contactar al menos una cita telefónica para ello. También requiere alguna receta. Sin embargo, ahora mismo es una misión imposible contactar con los centros de salud. El viernes lo intentó más de 60 veces pero nadie le cogió el teléfono. Espera tener más suerte este lunes, pero lo ve muy complicado.

Todas las personas con las que hablo en los últimos meses dicen lo mismo. Contactar con la Atención Primaria es realmente imposible. Por eso se sorprenden cuando la presidenta del Govern, Francina Armengol, presume en el Parlament que desde que ella gobierna ha contratado a más de 5.000 funcionarios más con el fin de reforzar la sanidad pública. Es decir, hay 5.000 trabajadores más que con Bauzá, que fue la etapa de los recortes más duros. Cada vez que le preguntan por la sanidad, Armengol recuerda que ella refuerza la sanidad pública con más personal, pero las cifras son poco claras.

De hecho, en Ibiza la situación de la Oncología es dramática y recientemente se ha sabido que algunas plazas convocadas por el Ibsalut para cubrir vacantes en el hospital de Can Misses han quedado desiertas. No se sabe si es por la exigencia del catalán al personal facultativo o por el precio de la vivienda en Ibiza, pero la situación es realmente preocupante. Una asociación está recopilando firmas en Ibiza para reclamar un mejor servicio en la especialidad de Oncología. Desde Bauzá y sus recortes no recuerdan nada igual.

Si damos por buenos los datos aportados por Armengol y ahora mismo hay 5.000 funcionarios más en la sanidad pública no quedará más remedio que empezar a cuestionar la gestión. O hay mala planificación o realmente no son tantos trabajadores como nos asegura la presidenta en el Parlament, pero desde que negó el incidente del Hat Bar en sede parlamentaria su palabra tampoco es demasiado de fiar.

No sé si los socios de Armengol, que tanto repelús les da todo lo relacionado con los empresarios, serían partidarios de empezar a traspasar ya enfermos a hospitales privados, pero los números de las listas de espera también son preocupantes. Según los últimos datos el tiempo medio de espera en Balears para una operación quirúrgica es de 134 días frente a los 73 días en Madrid, la comunidad donde dicen que Isabel Ayuso ha destrozado la sanidad pública en beneficio de intereses privados.

La sanidad pública está en coma. El desastre actual no es culpa de los funcionarios ni del personal sanitario. Los responsables son los dirigentes políticos, que dedican más tiempo a proteger a aquellos altos cargos que se colaron en el turno de vacunación que en buscar soluciones. Ya pueden contratar a 5.000 trabajadores más en los próximos años que sin una gestión eficiente y que resuelva los problemas de los ciudadanos no servirá más que para disparar el gasto público, algo en lo que casi todos los políticos son expertos. Mientras tanto, sigan discutiendo sobre Alpha Pam y hablando del pasado. Les aseguro que eso no consuela a los que intentan contactar con su centro de salud.