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En todos los conflictos que he cubierto, los seres que más me han sorprendido no han sido los soldados, ni los generales, ni los espías ni toda la caterva de políticos que inducen al matadero a miles de jóvenes sin jugarse ellos la vida, sentados en sus sillones y largas mesas. No, lo que siempre me ha descolocado son las mujeres en guerra. El último conflicto bélico que cubrí fue el derrocamiento del presidente Mursi en Egipto, y eran las mujeres quienes daban fuerzas y valor a los hombres. Eran ellas quienes en realidad creían en la Primavera Árabe y estaban en contra de los Hermanos Musulmanes, pues ellos manipulaban el Islam y la fe en Mahoma y el Corán en beneficio propio. Cada noche, a partir de las 10, toda mujer que iba a manifestarse en la plaza Tahrir, eran señaladas por los imanes desde las mezquitas, como mujeres que buscaban ser violadas. Y así sucedía cada noche. Una de las hijas de la líder del movimiento de mujeres pro la paz fue violada por agentes de policía de la moral pública, tipos vestidos con chupas de cuero color negro y pasamontañas , que manoseaban a las jóvenes o las violaban en los rellanos de las casas aledañas a la plaza.

Esa madre fue la que me aconsejó no me inscribiera como periodista pues, si lo hacía, tendría cada día a policías de la secreta siguiendo mis pasos y anotando el nombre de todos aquellos que entrevistaba. Solo me registré en la embajada de España en el Cairo y me arrepentí de ello mil veces. Basta con deciros que el embajador en aquellos años tenía un hijo íntimo amigo del 'pequeño Nicolás'. Un desastre de embajada que tenía los teléfonos no operativos pues habían cambiado su numeración sin avisar.

También en la guerra de Etiopía con Eritrea, eran las mujeres quienes se encargaban de ayudar a los heridos en combate, fueran del bando que fueran. O en Israel, donde el servicio militar es obligatorio tanto para hombres como para mujeres. Y ellas, las israelíes, son mujeres con coraje, que saben defenderse con las armas y con técnicas de combate como el Krav Maga.

Y en las guerras están también las mujeres civiles, las que cuidan de sus hijos mientras los novios o maridos están en el frente de batalla. Ellas llevan el peso de la guerra y la responsabilidad de alimentar y dar cobijo a sus niños. De quitarles el miedo ante el ensordecedor ruido de las bombas. También suelen ser víctimas de violaciones como en el film de Sofía Loren 'Historia de dos mujeres'.

Las he conocido de todo tipo, francotiradores, corresponsales de guerra, enfermeras, espías, y los seres por los que más compasión he sentido es por las niñas y las ancianas. Las ancianas en guerra que ya vivieron la II Guerra Mundial de niñas y sobrevivieron primero al nazismo y luego al stalinismo. Ancianas que reviven por culpa del batallón Azov, masacres, exterminio y ser utilizadas como escudos humanos a los que les impiden bajo pena de muerte, salir de Mariúpol o Bucha, o Kiev. Y son también víctimas de los bombardeos de los rusos en una escalada sin fin aparente que ha sembrado de cadáveres el Dombass. Una guerra, la de Ucrania, de la que sólo conocemos una sola versión, obviando que, antes de la invasión de Rusia, desde el 2014 había una guerra civil y Zelenski, dos años antes de este conflicto, bombardea el Dombass en un intento de exterminar de forma genocida todo aquello que oliera a ruso. Un tipo con una fortuna estimada en 850 millones de dólares en paraísos fiscales.

Pero como esas mujeres valientes he visto muchas en las guerras, pero hay una cosa que jamás he visto y me gustaría que alguna mujer me lo explicará. ¿Han visto ustedes alguna vez en su vida, una manifestación de madres, solo madres, hermanas, novias, que antes de una guerra hayan salido todas juntas a gritar: no a la guerra, no a enviar a nuestros hijos, hermanos o novios a la muerte? No lo entiendo, pues si hemos visto manifestaciones solo de mujeres, por ejemplo, la que indujo Hillary Clinton en contra del machista de Trump, o manifestaciones a favor del aborto, o en contra la violencia de género... ummm... no lo entiendo, ¿Para unas cosas si se manifiestan pero para la más importante, él no permitir que sus hijos sean llevados al frente, no? Este hecho sociológico debe serme algún día desvelado. Será la única forma de que yo vuelva a creer en la Humanidad.