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De entre la pila de libros que estoy leyendo –La trastienda de Trump o el último de Xisco Barceló–, me ha atrapado Ferran Cano. L’art con a resposta a la vida, de la que fuera crítico de arte y comisaria de exposiciones Georgina Sas. El libro sobre la trayectoria del galerista Cano no era fácil de resumir, pues por su mítica galería pasaron todos los que otrora eran jóvenes artistas y los grandes maestros como Miró, Saura, Millares, Tàpies, Gordillo, etc. Cano empezó arropado por Miró, para luego atreverse a apostar por talentos incipientes como Miquel Barceló, Rafel Joan, Claramunt o Pepe Nebot.

Todos los que hoy en día son pintores pasaron por la galería 4 Gats. Cano, en sus orígenes, no ganó mucho dinero, pues Barceló, antes de ser el Barceló de hoy, vendía sus obras a precios de risa. Las historias y los comentarios de Cano hacen de este libro un gozoso retorno a los orígenes del mundo del arte mallorquín de los años 70, 80 y 90, tiempos en los que ser artista era sinónimo de ser un muerto de hambre y donde ninguno de nosotros pensó jamás en ganarnos el sustento con ello. Ser pintor era sinónimo de ser sospechoso de ácrata, revolucionario de izquierdas y yonki.

Aun así, siempre encontraban refugio en la galería 4 Gats con Ana Bergas como secretaría para todo y Marisa, la dulce e inteligente mujer de Ferran. Allí vendimos nuestros primeros cuadros, realizamos nuestras primeras exposiciones y viajamos a las ferias como ARCO, Basilea, Miami, etc. Luego vino el boom Barceló y todos se apuntaron a querer imitarlo, a poner ante todo el dinero antes que el oficio. Por su galería pasaron personajes como Txema Sarriegui, Julián y Toni Amengual, Tolopoderoso, Bruno Kreiski, Cela Conde y un sinfín de galeristas extranjeros e intelectuales como Biel Amer o José Carlos Llop en su época vampírica o Guillem Frontera. Recomiendo a los jóvenes artistas que lean el libro, pues deben conocer el origen y quiénes fuimos los primeros en exponer sin enmarcar las obras o utilizar los pigmentos con látex. Es un ensayo bien escrito y documentado sobre los años en los que mereció la pena ser artista.