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En Spanish hydra retrataré la monstruosa hidra socialfacista devorando al pueblo español. Si admitimos como los historiadores humanos que el principio fascista es desprecio «hacia el propio pueblo» (Hannah Arendt), en España el cáncer está muy avanzado. ¿Cómo la sociedad, ama del Estado desde el año 1936 asfixia a quien viva como pueblo? Los fascismos son programas cuyo mensaje psicópata es el desprecio al pueblo y se plasma en la impunidad de genocidas y obligar a arrodillarse ante un ser «más que un hombre o más que una mujer». El desprecio calumnia al pueblo de violadores o hablantes de dialectos estúpidos incapaces de vivir sin ‘expertos’. El fascismo eleva gurús y una sociedad acosando al pueblo. Destrucción total en España, fascismo imbatido. Los expertos niegan al pueblo. Los pueblos gitano y judío fueron los primeros diana por la sociedad y no hay exterminador del propio pueblo que no sea antisemita y antigitano. ‘Expertos’ en catalán insisten: «En Perpinyà solo hablan catalán los gitanos, por marginados». Falso. El eslogan supone gitano es ser ajeno a la ciudad. Es lo contrario.

En Perpinyà fui al barrio más vivo, el Puig. Los gitanos, gente que adoptaba muy intensamente la vida de la ciudad donde enraizaban. En Grecia vi a una niña diminuta en un portal vestida de oro como los antiguos helenos y gritando «Aquiles», su hermanito. En Perpinyà, un café de un hombre alto con carisma, pone música árabe y humor francés. La clientela gitana se expresa en catalán, bromas y comentarios. «Mallorca és enmig del mar, és més humid», me comenta uno, muy amable y elegante. El propietario interrumpe una conversación en catalán entre un señor gitano y uno rubio no gitano. «Señores basta de hablar hay que trabajar. No me fío ni de gitanos ni de árabes», bromea, él mismo arabohablante. Plaza Cassanyes, un animado mercado.

El rubio habla en catalán con sus conciudadanos gitanos. Si se pierde el catalán del pueblo es porque, como en Palma, desertaron de la ciudad, atomizarse en las afueras y servir al castillo parásito del pueblo. Los gitanos no hablan catalán por marginados sino por ciudadanos. Un niño llama a otro balón en mano: «Joan, on vas?» El pueblo es la ciudad y sin ciudad ni villa no hay nada. La sociedad te supone ciego. Y creerás que nazis autodenominados Ucrania no exterminan al pueblo de la región del Este.