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Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.), político y orador romano, escribió: «Es propio o característico de los necios ver los vicios ajenos y olvidar los propios».
El necio piensa ser perfecto, no tener vicios, y estos solo atribuirlos a los otros.
La necedad es una mezcla virulenta de soberbia y simpleza boba que da asco.
El necio es repelente porque se cree perfecto y superior a todos los demás.
Un tonto te da lástima, pero un necio te provoca rabia.
El necio es un ignorante supino que se cree listo.
Huyamos de los necios, porque lo enmarañan todo. Los necios son seres defectuosos que se creen perfectos y donde se meten la lían.
De los necios no se puede esperar nada positivo.
Los necios, lo único que te pueden dar, son disgustos y crearte problemas para la normal convivencia.