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No hace falta ser un experto en encuestas para darse cuenta de que la gran caída de la izquierda en Balears se centraliza en Palma. Tampoco hay que ser un lince para ver que la gestión municipal en Palma es un lastre tan pesado que puede llevar a Armengol a perder el poder dentro de un año y dar vía libre a un gobierno de centro derecha. Nadie puede decir que no han sido avisados pero la gestión municipal hace aguas por todos lados desde hace mucho tiempo. Este año ni siquiera han sido capaces de gestionar como habitualmente, que al fin y al cabo era imitar lo anterior, la renovación de las tarjetas de residentes de la ORA. Muchos ciudadanos han tenido que solicitar por correo la carta para poder pagar la etiqueta de renovación y luego recogerla en un apartado de correos. Se demuestra que el pago de impuestos no siempre se traduce en un buen servicio, pero lo sorprendente es que la gestión de este gobierno empeora a la de otras legislaturas, lo cual demuestra el caos existente en Cort.

En estos momentos parece claro que Hila va a hundir a Armengol y ni el pago de subvenciones a las asociaciones de vecinos afines va a impedir la debacle, algo que se puede dar por seguro a poco más de un año para las elecciones. Tenemos muchos ejemplos de lo mal que se gestiona en Palma. Podríamos recordar a la concejala de vivienda que se declara okupa y defiende a los top manta, pasando por Sonia Vivas, que no la aguantan ya ni sus compañeros de partido y que a estas alturas nadie sabe ni lo que ha hecho ni tampoco si sirve para algo más que para su promoción personal. Al menos podríamos saber algo de Vivas mirando su perfil de Twitter, pero tiene bloqueada a la mitad de Palma, es decir, a todos los que no piensan como ella y que también pagan su sueldo con sus impuestos. Actuar de manera más sectaria es imposible.

Pero si hay un ejemplo del desastre de gestión de esta legislatura es la reforma de las galerías de la plaza Major. En dos años han sido incapaces de dar una sola idea de lo que hay que hacer mientras dicho espacio se degrada cada vez más y se ha convertido en una zona inutilizada en una de las zonas más cotizadas de la ciudad. A día de hoy seguimos sin tener noticias sobre lo que quieren hacer al respecto y den por seguro que las galerías de la plaza Major quedarán tal cual cuando acabe la legislatura. Es decir, cada vez estarán más degradadas y sin una función que beneficie a los ciudadanos.

A estas alturas, por lo tanto, parece seguro que Hila, como máximo responsable del gobierno de Palma, se ha convertido en un lastre para las aspiraciones de Armengol de asumir la Presidencia una tercera legislatura porque ya se sabe que la capital mallorquina es clave para cualquier candidato autonómico que aspire a ganar unas elecciones. Aún están a tiempo de rectificar, pero no lo harán. Porque ellos están convencidos de que son unos fenómenos de la política y, claro, no hay que cambiar nada. Por supuesto, los que van mal son los que piensan diferente a ellos, aunque las encuestas digan todo lo contrario y avisen del descalabro casi seguro de la izquierda en Palma. Y no descarten que la caída aún sea más grande de la que dicen los sondeos.