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El principal problema que tiene ahora mismo la política es que mayoritariamente está integrado por personas que no tienen ninguna trayectoria profesional anterior. No es que eso sea determinante para ser un buen gestor, pero sin un pasado profesional a los políticos actuales no les queda otra alternativa que aferrarse al cargo años y años. En Balears tenemos muchos ejemplos de políticos que llevan más de tres décadas de cargo en cargo y previsiblemente ahí seguirán hasta la jubilación. Tendrá mucho mérito poder cotizar durante toda una vida laboral sin un solo día en la empresa privada, pero empieza a haber bastantes casos en las islas.

Este hecho puede parecer menor, pero que alguien que empieza en política acudiendo a ayudar a ensobrar cartas para afiliados pueda llegar a gestionar un presupuesto de miles de millones realmente produce escalofríos. Conozco empresarios de éxito que no se atreverían ni un minuto a gestionar dinero público, aunque acumulan una experiencia más que sobrada para ello.

Entre estos políticos sin pasado profesional nos encontramos a Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Casado acabó la carrera y comenzó a medrar en el PP ocupando distintos cargos siempre a la sombra de Aznar y Esperanza Aguirre. La presidenta de Madrid hizo prácticas como periodista en un medio de comunicación y al poco tiempo fue fichada por Aguirre para gestionar redes sociales. Lo mismo ocurre con Pedro Sánchez, cuya trayectoria se limita a unas clases universitarias, y Santiago Abascal, que lleva décadas con un sueldo público.

Por lo tanto, la guerra entre Casado y Díaz Ayuso es un juego de tronos que solo puede acabar incrementando los votos a favor de Vox. A diferencia del presidente del PP, Díaz Ayuso tiene un carisma sorprendente que ha diseñado a la perfección su jefe de gabinete, Miguel Angel Rodríguez, el mismo que aupó al poco carismático José María Aznar hasta La Moncloa. Díaz Ayuso debe ser ahora mismo una de las pocas dirigentes políticas de España que es ovacionada en cualquier sitio que visita sin que los palmeros se pregunten si está preparada para ser presidenta o, incluso, si está realizando una buena gestión. Pero, a diferencia de Casado, Ayuso ha ganado unas elecciones y de forma bastante holgada, además de hundir al PSOE madrileño como tercera fuerza política en la Comunidad.

Es pertinente recordar ahora que la victoria electoral de Ayuso fue el argumento que utilizó Teodoro García Egea, el que ahora quiere expedientar a la presidenta madrileña, para forzar el relevo de Biel Company por Marga Prohens en el PP balear en otro juego de tronos del que poco se ha hablado ni analizado sobre cómo se gestó y sus protagonistas. A diferencia de muchos de sus compañeros de partido, la ventaja de Company era que tenía un puesto de trabajo para poder abandonar la política y renunciar a los 3.000 euros del sueldo del Parlament. El ‘efecto Ayuso’ que tenía que servir para que el PP recuperase el poder en Balears ha pasado a la historia.

Luego se preguntarán el motivo por el cual profesionales de éxito no quieran estar en política, pero si los partidos están repletos de militantes sin experiencia profesional, algunos con una cultura bastante limitada, es imposible que se pueda subir el nivel actual con incorporaciones solventes que puedan mejorar la gestión de las administraciones. La situación, aunque pueda parecer divertida, es dramática. Y no hay solución a la vista.