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Estimado doctor Ángel Viñas: Le escribo porque me sorprende leer en Historia y Vida su artículo titulado ‘La verdad sobre el Informe Goddard’ donde asegura que mi texto sobre la oferta de los puertos de Cartagena y Mahón a los ingleses no es novedoso y que usted ya publicó todo en su libro El honor de la República (Crítica, 2008). Me sorprende porque no es así. La novedad de mi escrito es el informe de Goddard del 1 de marzo de 1938 dirigido al Foreign Office que confirma la oferta de Indalecio Prieto sobre la cesión de los puertos a cambio del apoyo a la República.

Con todo el respeto, señor Viñas, usted no publicó este informe en su libro, sino otro fechado a 14 de marzo dirigido al Ministerio del Aire. De hecho, usted reconoce en el libro que no encontró este otro escrito que habla de la oferta de Prieto: «Este segundo informe no lo he localizado» (página 256). Yo sí lo hice por pura suerte. Se titula ‘Conditions in Government Spain’ y se guarda en los archivos del Foreign Office de Londres, que usted conoce bien. La signatura es 371-W2870/29/41. Tiene seis páginas y en la cuarta Goddard da el dato clave: Prieto ofreció «los puertos de Cartagena y Mahón en momentos de necesidad». Colgué esa página en mi blog hace un año. Como usted dice, la Historia se basa en evidencias documentales, y solo este informe podía verificar lo que en su día denunció el capitán Alberto Bayo en sus memorias.

Usted es, con Bolloten, Payne y Preston, el autor que más he citado en mis trabajos. Ha sacado a la luz importantes documentos y ha vendido decenas de miles de libros. Le he escuchado atentamente en conferencias y congresos. Es una referencia indiscutible. Por eso, me sorprende que haya querido apuntarse también un tanto que yo me limité a publicar en una columna de periódico local.
Los hechos son sagrados y las interpretaciones son libres. Usted defiende en su artículo que la oferta de cesión de puertos era razonable porque, con la guerra perdida, la única alternativa era la rendición. Es una posición legítima. Yo sí creo que en febrero de 1938 había alternativas antes que ceder la soberanía de las mejores bases navales españolas a una potencia extranjera. Bayo, del que nadie duda de su compromiso antifascista, vio aquella oferta como una entrega de España. El episodio es tan vergonzante que Prieto siempre trató de ocultarlo.

Veo que está preparando un libro sobre el control italiano del Mediterráneo. Seguro que se basará en nuevos documentos y será un éxito. Ahora, es posible que en el futuro algún humilde investigador realice nuevas aportaciones. En Historia, nada es definitivo.