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En un laborioso trabajo de cirugía social, nos han amputado el espíritu crítico. La izquierda y sobre todo los antisistema, podemitas y resto de libertarios confusos, están generando un sistema educativo caótico y perverso. La derecha es más sutil y envenena de consumo a base de moda y publicidad. Los políticos son incapaces de planificar.

Para hacerlo se necesita análisis y reflexión. Según los fundamentos de la filosofía, que ya han eliminado como asignatura para agilizar la amputación intelectual, para reflexionar primero hay que pensar. Ellos en su escalada hacia la nada, con su único objetivo que es la destrucción del enemigo y la consecución del poder, no ejercen de gestores para nuestro bienestar. La globalización fue un invento creado para eliminar los derechos de los trabajadores en sociedades adelantadas. Se fabrican los productos en países dirigidos por dictaduras como China, o en lugares donde la explotación está permitida. Resultado final. Nuestra sociedad cada vez es más pobre en industria productiva y sólo creamos, nuevos ricos intermediarios, parados y dependencia de todo. Piensen si lo que pagamos en paro y prestaciones sociales lo dedicáramos a ayudar a las empresas a producir aunque sea con un coste mayor.

Tendríamos una sociedad más sana, equilibrada y autosuficiente. Que tengamos que mendigar para que nos den petróleo y gas a precio de oro, en un país con energía solar, eólica y marina para regalar es de imbéciles. Vayamos hacia la inteligencia artificial, apuesten por la investigación que no es un gasto sino una inversión. Produzcamos todo lo que podamos. Seamos autosuficientes. Inicien la desglobalización.