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El rótulo Handle with care que lucen algunos paquetes significa “manejar con cuidado”. Lo de manejar con cuidado ya era aconsejable cuando aún no existían los Beatles y mucho menos los Traveling Wilburys, el grupo que formó George Harrison con Bob Dylan, Jeff Lynne, Roy Orbison y Tom Petty, que cantaba la canción Handle with care, donde se afirma: «Eres lo mejor que he tenido, trátame con cuidado». Es lo que dijo el filósofo italiano Mirko Badiale acerca de los niños: «Sobre cada niño se debería poner un cartel que dijera: Tratar con cuidado. Contiene sueños».

Por lo visto los sueños pueden romperse con la misma facilidad que la cristalería de lujo. Pero los sueños no son de cristal, no podemos ver a través de ellos. Ni siquiera los niños son de cristal, aunque se rompen con la misma facilidad, porque tampoco podemos ver a través de sus sueños. Alguien dijo que deberíamos leer muchas historias, porque los sueños son historias que nuestra mente crea mientras dormimos, y si no soñáramos, moriríamos. Ahí lo tienen: la humanidad muere porque lee poco, y seguramente la decadencia de nuestra sociedad vendrá por ahí. A menudo no recordamos haber soñado, pero todos soñamos de tres a seis sueños cada noche, y algunos sueños duran cinco minutos, pero otros hasta veinte.

Los sueños pueden representar deseos inconscientes, o consolidar la información recibida durante el día, o prepararnos para afrontar posibles amenazas, o proporcionarnos equilibrio psicológico. Así pues, los sueños se relacionan con la vida consciente. El estrés de la vida diaria nos causa pesadillas. Algunos sueños repetitivos pueden ser: llegar tarde, ser perseguido, muertos que cobran vida, volar, caer, andar desnudo, perder los dientes, estar atrapado, no encontrar el baño, y esto puede relacionarse con preocupaciones sociales y conflictos personales. Por lo que respecta a la infancia, dicen que las niñas tienen más sueños de ansiedad. Es posible que algunos sueños ayuden a predecir el futuro, y nadie tiene más futuro que los niños, a quienes deberíamos tratar con la misma delicadeza que a nuestros más dulces sueños.