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El universo se expande a velocidad sideral, y nosotros tan tranquilos. Mucho hablar del peligroso cambio climático, y nada de esta pavorosa expansión. ¿Qué medidas está tomando el Gobierno? Y los sociólogos y economistas. ¿Tienen en cuenta este fúnebre fenómeno expansivo global? Porque puede acabar con todo rastro de vida, conocida o desconocida, y sin duda lo hará, conforme todo se aleje de todo lo demás en medio de un eterno vacío gélido. Y ni los cosmólogos ni los psicólogos ni los teólogos nos están preparando para ese desastre, que sin duda provocará una gran incertidumbre jurídica, y la consiguiente fuga de inversores. La ruina, en definitiva. Parece mentira que ni siquiera los futurólogos, abundantísimos (la futurología es la madre de la ciencia), se hayan percatado de que si el universo está en expansión acelerada, por fuerza se expandirá también todo cuanto contiene, y no sólo galaxias y nebulosas. Cada cosa por su lado, pero expandiéndose. La estupidez, los virus, el populismo, la desigualdad, la ultraderecha, los nacionalismos (ya hay una nacionalidad femenina en busca de soberanía), las empresas tecnológicas transnacionales, la evasión fiscal, el poder judicial, etc. Piensen en cualquier fenómeno de gran actualidad, como las redes sociales o el déficit público, y verán con qué rapidez se está expandiendo. ‘Esto se expande’, dirán antes de saber exactamente qué es lo que se expande. Todo, todo se expande, puesto que el universo entero, y por tanto cada una de sus partes y componentes, se expande a toda castaña hacia la nada. Nada, por cierto, que pronto estará atiborrada de sistemas planetarios, mercancías, bienes y servicios, ideas, naciones soberanas, paraísos fiscales, teléfonos móviles y toda la pesca. Y patrañas, muchas patrañas, puesto que la era de la posverdad es resultado natural de la expansión de las mentiras. Fenómeno a su vez derivado de la expansión del universo, que igual expande basureros espaciales que pandemias. Sea lo que sea, se expande. Y el Gobierno no hace nada. Necesitamos psicocosmólogos y psicoteólogos que avisen de lo que pasa. Que esto se expande. Es decir, se va a la mierda a velocidad uniformemente acelerada, cósmica.