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Una de las anomalías de la historiografía es que todavía no sabemos los nombres de los muertos en los bombardeos de Mallorca. Sabemos los de Menorca, Ibiza y Formentera, pero no los de la isla mayor. Josep Massot i Muntaner publicó una monografía sobre el tema pero no incluye los nombres, que se han quedado en un limbo sin memoria pública, placas ni investigador que se haya interesado. Eso cuando Palma fue la segunda ciudad más bombardeada de la zona sublevada –después de Córdoba– y la primera de la historia en sufrir ataques sistemáticos desde el aire contra su núcleo urbano.

El historiador Juan Boris Ruiz Núñez presentó en 2019 una tesis en la Universidad de Alicante sobre los ataques aéreos republicanos y en ella afirma que «desde los primeros momentos, Mallorca se convirtió en uno de los objetivos más bombardeados».

El capitán Alberto Bayo avisó constantemente de las operaciones: «Por última vez, insisto en manifestar a los habitantes de esta isla que desaloje de las poblaciones al personal no combatiente, pues serán bombardeadas con insistencia día y noche hasta su completa rendición». Mallorca estaba totalmente indefensa. No tenía aviación ni medios antiaéreos, así que Franco les conminó a construir refugios y esperar la ayuda italiana.

En esos primeros días de la guerra, otro comunicado republicano avisó a los sublevados de Ibiza que si no se rendían se reducirían «inexorablemente a escombros las casas que habitáis». El comandante militar de Ibiza contestó: «Los aviones no rinden plazas y si los rojos llevan a cabo sus amenazas, una vez más, serán asesinos de pacíficos ciudadanos, mujeres y niños».

En julio y agosto de 1936 Mallorca sufrió un total de 46 bombardeos que provocaron 12 muertos y 49 heridos. El mayor castigo fue contra Palma pero también se atacaron los núcleos urbanos de Inca, Alcúdia y Pollença. A estas víctimas hay que sumar las 11 que murieron en Artà en un salvaje bombardeo de la aviación italiana que la atacó por error durante la Batalla de Mallorca. A partir de septiembre, la Isla contó con la defensa italiana pero los bombardeos republicanos continuaron de manera puntual. Los más graves se produjeron durante la última semana de mayo de 1937. Hubo varios ataques que provocaron 40 muertos y más de 100 heridos. Otro importante fue el del 7 de diciembre. Participaron 24 aviones que dejaron 10 víctimas mortales.

En total, según Massot i Muntaner, que se basa en datos militares, hubo alrededor de un centenar de muertos, de ellos 35 eran niños. El franquismo compensó a sus familias con trabajos públicos. Nosotros los hemos olvidado porque no sabemos ni sus nombres.