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En abril tramito la baja de una línea 4G, Internet en casa, de Amena por teléfono. Un caballero muy amable me atiende. Cuando le explico mi deseo trata de suspenderme el contrato nueve meses (me recuerda a un ERTE), tras los cuales el servicio 4G se volverá activar. Le repito que mi intención es tramitar la baja definitiva.

El caballero me hace unas preguntas: fecha de nacimiento, DNI (que he de escanear) y alguna otra cosa más. Me dice que recibiré un último recibo que complete el ciclo. El 22 de abril recibo un correo electrónico confirmando mi baja de Amena. Todo correcto. El 25 me llega una cuota, que no sé si es de la que me hablaba, tal vez sea en mayo cuando me cobren lo que resta, ya que los meses de mi contrato van de 10 a 10. El 25 de mayo se carga en mi cuenta una nueva cuota. Me olvido de telefonear para comprobar que todo está correcto, que ya ha finalizado todo el proceso. El 15 de junio recibo un correo electrónico avisándome de una nueva cuota para el 25. Telefoneo al mismo número. Una señorita muy servicial escucha con atención todo este resumen. Tras unas preguntas: DNI, fecha de nacimiento... Me pone en espera para estudiar la incidencia. Tras unos minutos me envían un SMS: «Amena informa: el número de caso asociado a tu llamada es: tal y tal. Saludos.»

La señorita me pide excusas en nombre de la compañía y me dicen que harán un ingreso en mi cuenta que corresponde al mes de mayo (del que yo dudaba) en los próximos cinco días laborables. Poco después recibo un correo electrónico confirmando mi baja. Pasan los cinco laborables y no recibo ningún reembolso. Al sexto cargan una nueva cuota en mi cuenta. Devuelvo el recibo de mayo y, como este está pendiente de categorización, aguardaré a que lo esté. ¿Qué pasará ahora?