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Sin que alcance la alegría de otros años, dicen que el próximo verano volverá la ilusión. El verano pasado, nuestras urbanizaciones parecían pueblos abandonados tras la fiebre del oro. Hoteles, restaurantes, bares desiertos y el aire caliente bajo el sol. Los visitantes más arriesgados eran los jóvenes, que en su mayoría creen que la pandemia no les va a hacer mella. Este año, Boris Johnson sigue poniendo freno a los británicos y los jóvenes ya han hecho acto de presencia. Jóvenes casi adolescentes que ocupan apartamentos y chalets en grupos sedientos de diversión. Durante años he oído decir que teníamos que mejorar la calidad del turismo. Bueno, pues ahí está.

No nos quejemos. Por poco dinero podemos pasar unas vacaciones nada menos que en Baleares. Basta con salir de casa. Pronto tal vez podremos hacerlo sin mascarilla. Téngase en cuenta que el paquete de vuelo más hotel a nuestras Islas suele rondar los cuatrocientos euros, cantidad que nosotros nos ahorraremos. El que no se conforma es porque no quiere. Soñar es barato. Podemos viajar con la ilusión, como cuando estábamos confinados. Soñar que nada cambió en 2019, que las fiestas multitudinarias no constituyen ningún peligro, que la crisis es un fantasma inexistente. Claro que si somos de los happy few , los elegidos de la fortuna, podemos rascarnos el bolsillo y viajar a Cancún desde 1.208 euros con hotel a pie de playa o a las Maldivas por 2.021 euros. Si no, también podemos darnos el gustazo de volver a ver Desayuno con diamantes y soñar que estamos en Tiffany’s sin límite de gastos.

Machado escribió que «todo pasa y todo llega». A lo mejor todo pasa y todo vuelve. Los veranos de nuestra infancia están ahí, a la vuelta de la esquina. Cuando íbamos a la playa en bicicleta y nos bañábamos con aquellas chancletas de goma que tenían agujeros suficientes para que circulara el agua. Cuando por las noches acudíamos al cine de reestreno y aprendíamos que ‘la tentación vive arriba’ y que para nosotros resultaba inalcanzable. A lo mejor es lo que pasa, que la tentación todavía es inalcanzable.