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Ycontinuamos, como siempre, a veces con prisas (demasiadas veces para nuestra desgracia) deambulando como zombies (a veces como seres humanos) por este mundo loco que parece no tener ni pies ni cabeza. La verdad es que la realidad siempre es difícil de entender. Y más difícil se nos pone entender el mundo, la existencia, los problemas cotidianos de nuestras vidas, sabiendo que hay numerosos intereses económicos, mediáticos, cuya intención es que sigamos sumisos, aletargados, aceptando las normas del sistema. Y es que el sistema lo formamos todos, y pese a quien le pese (a veces a mí el primero), más tranquilos nos quedamos, más plácidamente nos vamos a dormir, si sabemos que todo cumple un orden preestablecido. El sistema somos todos y hay unas reglas que cumplir. Digamos que las reglas deberían ser para todos igual, pero hay veces que resulta tan evidente que esas normas o reglas son tan injustas, que es cuestión de tiempo que alguien coja valor, se empodere, asuma las consecuencias de su incumplimiento, y espere que la avalancha de la gente que seguirá sus acciones mejorará el mundo. Muchos casos de lo que les digo hay en la historia. Pongamos el caso de Nelson Mandela , que luchó contra la segregación racial en Sudáfrica, que fue encarcelado por este motivo y que, gracias a su determinación y al apoyo de las naciones más avanzadas pudo llegar a ser el presidente de su país, liderando con ejemplo campañas de reconciliación. Y muchos más ejemplos hay en la historia. Uno de los ejemplos que más me gusta nombrar es el caso de la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres. Admiro a todas las mujeres de la historia que se atrevieron por primera vez a hacer cosas que sólo podían hacer los hombres, cosas tan simples como votar, seguir estudios superiores o desarrollar una carrera profesional. Gracias a quienes creyeron que las leyes y las normas de conducta de una época eran erróneas e injustas y deberían cambiarse, y lucharon muchas veces dejándose la piel en el intento, ahora tenemos un mundo más avanzado y más justo. No es el mundo perfecto. En este mundo que nos ha tocado vivir todavía quedan muchas cosas por hacer. ¿Se apuntan a poner su granito de arena diario para mejorarlo?