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Carlos Rodríguez tenía 14 años cuando salió a pasear con su abuelo por Madrid. Al pasar por la Puerta de Alcalá, Jerónimo , de 85 años, le dijo: «Madre mía, no he pegado yo tiros aquí contra los comunistas». Carlos no entendía nada. Su abuelo había sido guardia de asalto republicano durante la guerra, así que aquello no tenía sentido. Observó los impactos que conserva el monumento y supo que justo al lado, en la calle Serrano, estaba la sede central del Partido Comunista.

Jerónimo Rodríguez falleció dos años después, en 2008, y al inicio de la pandemia Carlos se propuso resolver sus dudas. Así conoció el levantamiento contra los comunistas que hubo en Madrid en marzo de 1939, un mes antes de terminar la guerra. El llamado Golpe de Casado aglutinó a republicanos, socialistas y anarquistas contra el entonces poderoso PCE estalinista. Fueron los primeros que derrotaron al comunismo porque, cuando entró Franco en Madrid, sus principales líderes estaban ya en las cárceles republicanas o habían huido. Aunque suene paradójico, en España fue la misma izquierda la que eliminó el peligro de totalitarismo comunista.

Eso es lo que representan los impactos de la Puerta de Alcalá. Carlos contactó conmigo el otro día porque yo hice la tesis doctoral sobre el tema y entre los dos hemos reconstruido el periplo de su abuelo. La Puerta de Alcalá, el Retiro y la calle Serrano estaban defendidos por soldados de la 300 División de guerrilleros y la 5ª Brigada de carabineros. Su abuelo acababa de cumplir 18 años y su regalo fue un brazalete blanco que le distinguiría del enemigo. Se montó en una tanqueta de la guardia de asalto y subió por el paseo del Prado para tomar aquella plaza. Durante varios días sobrevivió a un fuego durísimo, con artillería y numerosas ametralladoras en ambos bandos. Los proyectiles volaban por encima de la Cibeles y fueron avanzando con muchos heridos hasta que cumplieron la misión.

Carlos tiene ahora 28 años, trabaja como conductor de autobús y dedica su tiempo libre a investigar. Su paciencia le ha llevado a encontrar fotos inéditas de la Puerta de Alcalá con los parapetos que levantaron los comunistas. Las retrató el fotógrafo Martín Santos Yubero y dormían en el Archivo Regional de Madrid. Hay unas 20 imágenes de soldados con brazaletes blancos felices por haber vencido a sus nuevos enemigos, antes compañeros. El nuevo gobierno republicano fusilaría después a dos líderes comunistas: el coronel Luis Barceló y el comisario José Conesa. Se cumplen 82 años de los hechos. La izquierda sigue dividida y el lema de debate es parecido al de entonces: ‘Comunismo o libertad’.