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Se suponía que el 155 combinado con la convocatoria de elecciones amén de la represión judicial devolvería Cataluña a la “normalidad”. Ni por remota aproximación ha sido así. El balance de estos meses es preocupante visto desde la óptica de los que desean que España no se rompa, a la vez que, claro, es esperanzador para aquellos que desean romperla. Una mirada a los medios de comunicación europeos y americanos –con la última versión del Firefox Godzilla se traduce de forma automática, entre muchos más, el inglés, francés, alemán, italiano y portugués, al menos para poder entender el sentido de lo que se escribe por ahí- muestra un panorama desolador para España. Menudean las comparaciones con los tiempos de la dictadura de Francisco Franco, las alineaciones de nuestro país con Turquía, florece por todo la simpatía hacia los separatistas y la antipatía para con el gobierno y el Estado, se contrasta la escasa democracia española con las esplendorosas europeas, se recuerda el histórico alejamiento español de los valores de modernidad y libertad europeos desde el siglo XIX… No se trata sólo de medios de comunicación. En Alemania, las declaraciones de la socialdemócrata ministra de Justicia, Katarina Barley, a favor de dialogar en España sobre los “componentes políticos” del conflicto catalán helaron la sangre en el Consejo de Ministros español. Pero es que no fue solamente ella. El partido de Los Verdes da su apoyo cerrado a los independentistas e incluso ha habido varios representantes regionales y nacionales de la CDU –el partido democratacristiano de Angela Merkel- que se han manifestado a favor del “diálogo” entre “España y Cataluña” –así, como dos países enfrentados, es la terminología que se usa por todo- y hasta uno de sus parlamentarios, Alesander Dobrindt, se ha mostrado a favor de la potencial secesión porque “lo que puede ser aceptado para Escocia no puede ser negado para Cataluña, lo que se considera derecho a la autodeterminación de los escoceses no puede ser golpismo para los catalanes”. Aunque desde España se cierra los ojos y oídos a estas opiniones, son las que están creciendo en Alemania. Cierto, no es el único país con el que hay que contar. Pero es el más poderoso de Europa y cuenta más que cualquier otro. Hace seis años nadie en Alemania ni en el resto de Europa, y mucho menos todavía en América, conocía la existencia de algún conflicto territorial en el interior de España. Hoy no hay en el mundo gobierno que no sepa que “España y Cataluña” están enfrentadas porque la segunda quiere “liberarse” de la primera y ésta no sólo no le deja irse sino que incurre en el “uso de los jueces” –según Der Spiegel- para "intentar solucionar", sin conseguirlo, "lo que no quiere afrontar políticamente”. España, qué duda cabe, está perdiendo esta guerra incruenta y no es seguro que en Madrid haya alguien que sea consciente de que el saldo de estos pocos años es que hoy por hoy en Europa y América son muchos los políticos –aparte de casi todos los medios de comunicación- que asumen que como poco “España” deberá conceder “más autogobierno” –de nuevo Der Spiegel, el semanario más vendido de Europa- a "Cataluña" para “parar” la independencia. Por ahora. Así están las cosas. Nada bien para España, sin duda