Baleares se salva de los cambios internos en el PSOE

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La tormenta política que se inició con el escándalo de Santos Cerdán, exnúmero tres del partido socialista, actualmente en la prisión madrileña de Soto del Real por supuesta corrupción, y que ha supuesto una serie de importantes cambios en el Comité Federal de ese partido celebrado ayer, no han afectado a Balears. El diputado del PSIB, Marc Pons, de hecho, seguirá en la Ejecutiva Federal del PSOE y mantiene su cargo de Transición Justa. La delegación balear que viajó ayer a la capital está formada, además de por el propio Pons, por Francina Armengol, Iago Negueruela, Pepe Mercadal, Vicent Rosselló, Amanda Fernández, Rosario Sánchez, Cosme Bonet, Catalina Cladera, Milena Herrera y Pep Toni Mayans. Los integrantes, a su llegada al comité, fueron prudentes y no realizaron ningún tipo de declaraciones, escenificando un apoyo implícito al secretario general socialista y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que está en sus horas más bajas tras las sucesivas crisis de Koldo, Ábalos y el citado Santos Cerdán.

Nuevos sobresaltos.
El comité federal, que debía calmar las aguas tras el terremoto de las últimas semanas, se abrió con un nuevo e inesperado frente. Unas informaciones periodísticas apuntaban a que Francisco Salazar, estrecho colaborador de Sánchez, había acosado sexualmente a un número indeterminado de mujeres, por lo que finalmente el político renunció a su cargo en la dirección federal para evitar ser cesado.

Pocas voces críticas.
Pese a todo, solo Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, se atrevió a alzar públicamente la voz contra Sánchez y pidió que se someta a una cuestión de confianza en el Congreso, tras los reiterados escándalos de corrupción. «O se recupera la confianza parlamentaria que hemos perdido —y no a cambio de más chantajes [de los independentistas]—, o elecciones», sostuvo.