Los problemas del 112 deben ser resueltos

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El centro de emergencias del 112 inició ayer una huelga indefinida que, en realidad, es más simbólica que otra cosa, porque el Govern decretó que los servicios mínimos fueran del 100 % y, en consecuencia, el funcionamiento no se ha visto alterado. Sin embargo, la realidad es que los trabajadores y sindicalistas llevan tiempo denunciando que falta personal, que existen demasiadas trabas y dificultades administrativas en la contratación de candidatos, y que la precariedad laboral se acentúa día a día. Las negociaciones con los sindicatos han fracasado y de momento alcanzar un acuerdo entre las partes se antoja muy complicado. Así las cosas, nos encontramos ante un problema serio que merece una respuesta inmediata por parte de las autoridades. Un servicio que gestiona las emergencias, sobre todo en verano, cuando la población se dispara en Balears, no puede verse alterado por un malestar interno o una huelga por unas condiciones dignas de trabajo.

Avalancha de llamadas

Aunque para algunos pueda resultar anecdótico, muchos ciudadanos deciden llamar al 112 por motivos que, en realidad, no tienen nada que ver con una emergencia telefónica. Y este uso erróneo del número de las urgencias se traduce en una avalancha de llamadas, que complica mucho las jornadas laborales de los operarios, que se ven desbordados por peticiones e informaciones de todo tipo. A esto se añade que las plantillas están muy ajustadas y que la carga de trabajo es elevada.

La seguridad, clave

No hay que olvidar un dato: muchos de los turistas que nos visitan por estas fechas eligen las Islas porque hay un elevado grado de seguridad y los servicios de emergencias, como los policiales, funcionan de una manera muy profesional. Rebajar la tensión y recuperar la paz laboral es esencial en un servicio estratégico. Hay demasiado en juego.