Las oportunidades y los riesgos de la IA en la UIB

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El 70 por cien de los universitarios de Baleares es usuario de ChatGPT y un ocho por cien admite que lo utiliza para generar textos de ‘copia y pega’. Son las conclusiones del estudio sobre los usos de la inteligencia artificial realizado por las investigadoras del Departamento de Psicología de la UIB Joanna Blahopoulou y Silvia Ortiz. La encuesta constata la creciente expansión del uso de esta herramienta entre los alumnos universitarios y evidencia las preocupaciones de los estudiantes. Éstos valoran el ahorro de tiempo que les supone el uso de este bot conversacional, y que esté siempre disponible. También apuntan la necesidad de aprender a utilizar las tecnologías de inteligencia artificial para mejorar su carrera profesional. Sin embargo, el trabajo también revela que muchos estudiantes temen que confiar demasiado en la inteligencia artificial puede devaluar la formación universitaria, especialmente si se recurre a ChatGPT para completar trabajos sin una reflexión propia. Estas preocupaciones conectan con recientes debates en los medios sobre el riesgo de plagio y la necesidad de garantizar la integridad académica en la actual era digital.

Prohibir la IA no es la solución.

La aplicación de la IA en la docencia provoca división de opiniones. Constituye una oportunidad que se debe utilizar con sentido común pero también entraña riesgos. Fijar límites es difícil porque existen programas para sortear las restricciones. Prohibir estas herramientas tampoco no se entendería ni es la solución.

Uso ético y responsable.

La Universitat de les Illes Balears ha de implicar al alumnado en la definición de criterios sobre la IA y ofrecer formación específica para un uso ético y responsable. Y el profesorado ha de ser apoyado para adaptar sus metodologías a las nuevas herramientas digitales y asegurar que la IA se convierta en una aliada y no una sustituta del valor pedagógico humano.