La unidad de acción, clave en la gestión del Castell d’Alaró

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Tras la reunión que el departamento de Territori del Consell y el Ministerio de Cultura mantuvieron en mayo de 2024, el Gobierno se mostró dispuesto a enviar una comisión para comprobar el estado del Castell d’Alaró y analizar la delimitación de la propiedad. Un año después no se ha logrado, por lo que Madrid continúa sin delimitar el BIC (Bien de Interés Cultural) de la fortaleza y se retrasa su cesión al Consell de Mallorca, cuyo objetivo es evitar que la histórica edificación siga deteriorándose con el paso de los años y la falta de mantenimiento adecuado. Queda claro, pues, que la unidad de acción entre las distintas Administraciones es clave para desencallar un asunto que amenaza con eternizarse en medio de una burocracia desquiciante. El de Alaró es uno de los tres castillos de Mallorca denominados ‘roquers’ y cuenta, además, con una hospedería y una ermita. Una parte de la propiedad pertenece a la Diócesis de Mallorca, el camino de acceso es del Ajuntament, las murallas son propiedad del Gobierno central y el resto es de una familia.

Nuevo contratiempo.

Ahora, tras conocerse las últimas novedades administrativas, la cesión del Castell por parte del Gobierno al Consell de Mallorca ha sufrido un nuevo contratiempo. La Subdirección General de Gestión y Coordinación de los Bienes Culturales ha comunicado al Departament de Territori del Consell que la delimitación gráfica del BIC del Castell d’Alaró corresponde al Departament de Cultura del Consell.

Subsanación de deficiencias.

Madrid también ha informado al Consell que todavía están en el aire la subsanación de las deficiencias del proyecto de excavación arqueológica del Castell, que según los técnicos mallorquines se podría solventar en un plazo relativamente corto de tiempo. La burocracia, una vez más, ha paralizado las iniciativas para salvar esta fortaleza histórica, que continúa su proceso de degradación. Lamentable.