Preocupantes denuncias de conductores del TIB

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El jueves un ciclista murió y otros tres resultaron heridos de gravedad en la carretera de Pollença tras ser arrollados por un autocar del TIB (Transports de les Illes Balears), que perdió el control y atropelló al pelotón. No ha sido el único incidente grave de la semana. El lunes, aunque en aquella ocasión el conductor no tuvo ninguna culpa, un joven de 21 años murió al estrellarse su coche contra otro autocar en la carretera de Portocolom.

Tras estos siniestros, algunos conductores del TIB han denunciado que están sometidos a una presión insoportable, que tienen que conducir contra reloj para cumplir con los horarios previstos y que tienen que «pisar el acelerador», lo que conlleva más riesgos y menos seguridad, para ellos, para los pasajeros que transportan y, también, para el resto de conductores. Son unas denuncias muy graves que deben ser aclaradas sin demora, porque hay vidas en juego. Lo cierto es que no es nuevo que algunos trabajadores de autocares sostengan que trabajan bajo una presión inaceptable, con una carga de trabajo inasumible y muy peligrosa.

Un tráfico cada vez más denso

Y todas estas acusaciones tan serias llegan en un momento especialmente crítico para las carreteras de la Isla. La temporada de verano está a la vuelta de la esquina y ya se nota la llegada masiva de turistas, sobre todo estos días de puente. Las redes viarias sufren retenciones y algunos conductores, que pierden los nervios, cometen graves infracciones al volante.

Fallos técnicos

Una de las hipótesis que barajan los agentes de la Guardia Civil de Tráfico que investigan el siniestro de Pollença es que el autocar sufrió un fallo mecánico en el sistema de dirección y frenado, pero curiosamente el vehículo había pasado las revisiones periódicas, por lo que hay muchas incógnitas por despejar. Y aclarar, por supuesto, si los horarios de los conductores son inasumibles.