La subvención para el Gremi de Llibreters

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La oposición ha dejado al equipo de gobierno del Consell de Mallorca en una situación delicada. PSIB y Més votaron junto a Vox en contra de una subvención nominativa de 95.000 euros para el Gremi de Llibreters, una maniobra que no entraba en los planes del PP y que desató una pequeña tormenta durante el pleno de ayer. La decisión de la izquierda indignó casi a partes iguales a la vicepresidenta Antònia Roca y a la propia asociación de libreros, entidad referente en el sector.

Una extraña coincidencia

La extraña coincidencia entre las formaciones progresistas y Vox se produce a pocos días de Sant Jordi y deja al descubierto las primeras grietas del pacto entre los ‘populares’ y la ultraderecha en el Consell. De hecho, el PP, que gestiona el Departament de Cultura i Patrimoni, tiene problemas cada vez que intenta sacar adelante cualquier acción vinculada o relacionada con el catalán. Esta circunstancia ha sido normalizada por Llorenç Galmés y su gente en un ejercicio de funambulismo político que en ocasiones provoca cortocircuitos.

Cambio de estrategia

Hasta ahora y a diferencia de lo que ha sucedido en el Govern prácticamente desde el inicio de la legislatura, PP y Vox habían vivido una relación plácida en el Consell, donde los ultras asumieron una vicepresidencia y varias áreas de gestión. Eso si, cuando el catalán ha estado sobre la mesa, Llorenç Galmés y su gente han necesitado a la oposición, que esta vez ha decidido alterar su estrategia, aunque eso implique un desgaste adicional.

La pregunta que se formula cualquier ciudadano es obvia: ¿Por qué no prevalece el interés general sobre otros aspectos? La izquierda argumenta que quiere que se eleve la ayuda económica para el Gremi de Llibreters y que la próxima semana se podría alcanzar un acuerdo. De momento, ha ganado Vox.