Editorial

Hay que reducir más las listas de espera en el IB-Salut

EditorialPalma12/02/25 4:00

El IB-Salut ha reducido en 22 días la lista de espera para una intervención quirúrgica en los hospitales públicos de Balears, de manera que se situó en 103 días de media a 31 de diciembre de 2024, gracias al plan de abordaje puesto en marcha hace un año. Son los datos que facilitó ayer la consellera de Salut, Manuela García, quien destacó que los profesionales de los centros hospitalarios públicos de las Islas practicaron el año pasado 60.367 intervenciones quirúrgicas, un 1,45 % más que el año anterior, y atendieron 1.433.802 consultas con médicos especialistas, que supone un incremento del 1,12 %.

En la lista de espera para la consulta con un especialista, la demora ha bajado en siete días, pasando de los 91 días de media en 2023 a los 84 en 2024. Además, el Servei de Salut de Balears redujo en un 3,7 % el número de pacientes pendientes de ser atendidos por médicos especialistas, pasando de 82.232 a 79.170. Y se ha recortado en un 8 % el número de usuarios que esperan más de sesenta días, de 38.751 en 2023 a 35.520 de 2024. Cifras con una evolución positiva, pero que evidencian la gran presión en el IB-Salut con unas demoras excesivas, que deben reducirse más.

Derivaciones a la sanidad privada

La sanidad pública de Balears realizó 21.916 derivaciones a hospitales concertados y privados en 2024, frente a las 20.392 de 2023. Son los pacientes que fueron atendidos en Policlínica Miramar, Clínica Juaneda y Hospital de Muro; Policlínica Rosario, en Eivissa; y Hospital de Llevant. O sea, 1.500 casos más en el último año.

Agilidad y eficacia en la sanidad pública

Las cifras son elocuentes. Más de 79.000 pacientes aguardan una consulta con el médico especialista en Balears y 13.624 están pendientes de una intervención quirúrgica, de los que 2.158 han superado los 180 días. Es preciso incorporar más profesionales y fidelizarlos para acelerar el recorte de unas listas que reclaman medidas y soluciones. La eficacia de la sanidad pública depende en gran medida de su agilidad y, evidentemente, de sus recursos.