Preocupación entre los hoteleros por la okupación

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La inesperada okupación del apartahotel ‘Sol y Mar’ de Cala Bona, que ha provocado que la Guardia Civil y la Policía Local de aquel núcleo se pongan en máxima alerta, ha generado preocupación entre los hoteleros de la Isla, ante la posibilidad de que este peligroso precedente, inédito hasta la fecha, se repita en otros establecimientos turísticos que están cerrados. Hasta ahora, los asaltos se producían en pisos o chalets, pero nunca antes un edificio destinado a uso turístico había sido allanado por intrusos, con la intención de quedarse a vivir en el interior. Con la entrada de los okupas en este establecimiento, el temor se ha extendido rápidamente entre el sector, ya que la temporada de Semana Santa está próxima y los perjuicios económicos para los responsables de un negocio okupado son tremendos. Las Fuerzas de Seguridad han sometido a una vigilancia continúa a los asaltantes de Cala Bona, para que este hostigamiento acabe por pasarles factura, pero de momento algunos de los okupas «resisten» en el interior del complejo turístico y se niegan a marcharse.

Mensaje contundente

La patronal o el Govern, a través del conseller de Turisme Jaume Bauzá, que visitó el apartahotel para conocer de primera mano qué estaba pasando, han lanzado un mensaje contundente a los okupas: deben desalojar de manera inmediata el edificio tomado. Desde el ejecutivo se han mostrado también preocupados porque este tipo de incidentes se repitan, con el consiguiente daño a la imagen turística de la Isla.

Acción policial y judicial

Esta contundencia debe combinarse con una actuación policial y judicial ejemplar, que evite lo que ya ha ocurrido con las propiedades privadas que son okupadas en la Isla. En caso contrario, las cosas podrían complicarse mucho para el sector, porque no hay que olvidar que este tipo de intrusos buscan dinero en forma de chantajes a cambio de su salida.