Editorial26/10/22 3:59
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Una de las características del sector hotelero balear es su capacidad de adaptación a las circunstancias, además con una rapidez extraordinaria. El acuerdo planteado por cuatro cadenas con el SOIB (Servei d’Ocupació de les Illes Balears), para crear unos cursos de formación laboral durante los meses de temporada baja es una buena prueba de ello. La escasez de personal durante estos pasados meses ha supuesto una experiencia que los empresarios no quieren repetir, entre otros motivos por lo que supone de peligro para la imagen de sus establecimientos y del destino en su conjunto. Esta agilidad marca la diferencia de nuestros hoteleros con respecto a otras zonas de España, en los que la falta de trabajadores preparados durante este verano también ha sido un serio problema.

Personal competente.

Disponer de una plantilla formada en las distintas tareas vinculadas al alojamiento turístico –servicio de comedor, cocina, bar, recepción...– es vital para garantizar la satisfacción del cliente, lo ocurrido en los meses de temporada alta, con toda la planta hotelera abierta, ha puesto de manifiesto la necesidad de garantizar la posibilidad de contratar personal con unos mínimos de formación garantizados; un proyecto que cuenta con el aval y financiación del Servei d’Ocupación. Como efecto añadido cabe destacar la posibilidad de utilizar a modo de hoteles escuela instalaciones que de otro modo permanecerían cerrados.

Una oferta complementaria.

Estos cursos, de cuyo éxito cabe suponer que dependerá la continuidad, deben entenderse como un complemento a la formación de alto nivel que ofrece la Escola d’Hoteleria. No se entendería una colisión cuando los planteamientos están tan diferenciados, aunque ambos sean imprescindibles para garantizar que la oferta hotelera de las Islas sigue ocupando las primeras posiciones en todo el Estado y el resto de destinos turísticos del Mediterráneo.