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Balears liderará, con un incremento del 25 por ciento, el aumento de población en las diferentes autonomías durante los próximos tres lustros. En 2037 la cifra de habitantes en las Islas rebasará los 1,5 millones de habitantes, según la proyección dada a conocer ayer por el Instituto Nacional de Estadística que, al fin y a la postre, confirma ya una tendencia arrastrada desde hace años. La cuestión de fondo, como apuntan los expertos, es determinar el límite de la sostenibilidad en un territorio como el nuestro, limitado en el espacio y con unos recursos naturales que en determinados casos –el agua es un claro ejemplo de ello– están ya sobreexplotados.

Problemas añadidos.

El aumento de la población, debido en buena medida a la inmigración, agravará los problemas ya existentes en Balears. Falta de vivienda, escolarización, saturación de la red viaria, atención sanitaria... El escenario de futuro que dibuja la proyección del INE es preocupante, en especial cuando las soluciones no son de fácil aplicación por no decir imposibles en el actual marco jurídico. La buena marcha de la economía de las Islas es un imán para la llegada constante de personas que quieren mejorar sus expectativas de vida –con independencia de su procedencia–, deseo irrenunciable que también debe invitar a una reflexión colectiva sobre la respuesta que debe dar la sociedad.   

El peligro de la ‘hongkonización’.

Diferentes voces ya han advertido de la necesidad de corregir el rumbo de Balears para evitar su colapso a medio y largo plazo, la sostenibilidad está en riesgo si no se toman decisiones que en determinadas situaciones pueden ser drásticas. El crecimiento desmesurado en el número de ciudadanos puede acarrear una ‘hongkonización’ de las Islas, convertirlas en un espacio inhabitable o, en todo caso, sin los atractivos de su actual calidad de vida. No podrá decirse que no fuimos advertidos.