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Transcurridas apenas veinticuatro horas de postularse como presidente nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo ha dado a conocer la nueva estrategia que quiere imponer al frente del principal partido de la oposición. En declaraciones a los medios, el todavía presidente de la Xunta ha rescatado uno de los principios argumentales más repetidos por uno de sus predecesores, el también gallego Mariano Rajoy: la previsibilidad. De este modo, el que con seguridad será el nuevo líder de los conservadores a partir del próximo congreso extraordinario de los primeros días de abril en Sevilla marca una diferencia importante respecto al defenestrado Pablo Casado, los acuerdos de Estado son prioritarios.

El diálogo con el Gobierno

De hecho, Feijóo no oculta su voluntad de llegar a acuerdos con el Gobierno, lo cual se interpreta como un acercamiento para resolver algunas de las cuestiones pendientes, como es la renovación del Consejo General del Poder Judicial. En todo caso, lo que sí parece claro es que el futuro inquilino en la sede de Génova 13 quiere tranquilizar el ambiente de las relaciones institucionales sin que ello signifique renunciar a los principios ideológicos del PP; un mensaje claro destinado a la militancia conservadora del país.

Las relaciones con Vox

Una de las cuestiones que Alberto Núñez Feijóo ha dado a conocer hace referencia a las relaciones futuras con Vox, el partido de la derecha radical figura como el aliado indispensable para desbancar a la izquierda de las instituciones. Sobre este punto queda claro que los acuerdos del PP con Vox no están descartados, aunque se enfatizan las diferencias con el partido de Abascal. Núñez Feijóo no despreciará apoyos para llegar al Palacio de la Moncloa, del mismo modo que lo hizo Pedro Sánchez con los independentistas catalanes y vascos. El pulso Sánchez-Núñez Feijóo está servido.