La Policía de Palma avisa de esta práctica ilegal que se produce todos veranos: «Conlleva un riesgo sanitario real»

Una investigación revela un almacén clandestino en la costa, donde se almacenan bebidas en condiciones insalubres y sin control sanitario, poniendo en riesgo a consumidores

Las bebidas se encontraban en la intemperie sin control de temperatura | Foto: Policía Local de Palma

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Con la llegada del verano, las bebidas frías son un alivio habitual para quienes disfrutan de las playas. Sin embargo, detrás de esas latas y botellas que se ofrecen en venta ambulante, se oculta un serio peligro sanitario que apenas es visible para los consumidores. La última alerta proviene de la Policía Local de Palma, que han descubierto un método ilegal de almacenamiento que pone en riesgo la salud de quienes adquieren estos productos.

Durante una reciente vigilancia realizada en la Platja de Palma, agentes policiales encontraron un almacén clandestino dedicado a guardar bebidas destinadas a la venta no autorizada. La peculiaridad — y lo alarmante — radica en las condiciones en las que estaban guardadas estas bebidas: enterradas bajo tierra y en un ambiente insalubre, sin ningún tipo de control que garantizara su salubridad ni conservación adecuada.

Este tipo de prácticas, que se repiten cada verano en distintas zonas turísticas de Mallorca, hacen que los consumidores estén expuestos a riesgos de contaminación y de salud que no pueden detectar a simple vista.

El hallazgo en la Platja de Palma

La inspección policial realizada en junio de 2025 en la Platja de Palma sacó a la luz una actividad que, aunque conocida en el ámbito local, pocas veces había sido documentada con pruebas tan claras. Se descubrió un espacio donde decenas de cajas con latas y botellas estaban enterradas en la arena y entre desechos, lo que constituye una situación sanitaria inmanejable.

Los recipientes estaban en contacto directo con tierra y residuos orgánicos e inorgánicos. Esto no solo puede facilitar el contacto con bacterias, hongos y otros elementos nocivos, sino que también provoca la degradación de los envases, que podrían perder sus propiedades originales o incluso contaminar el alimento que contienen.

Además, carecían por completo de control de temperatura, un factor esencial para el mantenimiento seguro de cualquier bebida, especialmente en meses de calor.

Consecuencias para los consumidores

Consumir bebidas provenientes de estas fuentes ilegales puede acarrear consecuencias inesperadas. Entre los principales riesgos están la exposición a bacterias como Escherichia coli o Salmonella, así como la posible ingestión de envases dañados que contengan metales pesados o sustancias nocivas.

Además, la falta de regulación implica que no hay garantías sobre la fecha de caducidad ni el proceso de fabricación, por ende, pueden estar en mal estado sin que el comprador lo aprecie fácilmente. Esto multiplica el riesgo de infecciones gastrointestinales y otras afecciones vinculadas a la ingesta de productos no aptos.