Una pareja tomando café. | PIXABAY

TW
0

Una de las preocupaciones que a menudo asalta a los usuarios cuando utilizan apps de citas es cómo identificar si pueden confiar en un perfil o no, en base a ello, las aplicaciones de este sector utilizan algunos sistemas de verificación de identidad como el vídeo selfi a fin de evitar suplantaciones.

Aunque las plataformas de citas tienen el objetivo de emparejar a los usuarios que buscan el amor, algunos perfiles resultan ser cuentas falsas y casos de suplantaciones de identidad que esconden intenciones fraudulentas, como las estafas y comportamientos no respetuosos o incluso de acoso.

Ante esta realidad, aplicaciones como Tinder, Meetic o Hinge tratan de aportar tranquilidad a sus usuarios, asegurando su bienestar y seguridad en el uso de estas plataformas.

Para ello, estas 'apps' utilizan una serie de herramientas y procesos de revisión y moderación tanto manuales como automatizados, que tratan de impedir y eliminar las conductas inapropiadas como es la suplantación. Entre estas herramientas, es común el uso de selfis o vídeos que acrediten la identidad del usuario.

Este es el caso de la 'app' Hinge, que utiliza el sistema 'Selfie Verification'. Esta función consiste en que el usuario comparta con la app un vídeo selfi para recibir el estado de 'verificado'. Para ello Hinge utiliza la tecnología Liveness Check y 3D Face Authentication, según informa en su web.

Con Liveness Check, la plataforma liderada por Justin McLeod, escanea la cara mostrada en el vídeo y comprueba que se trata una persona «real y viva». Posteriormente, la autenticación facial 3D compara el rostro del vídeo con las fotos de perfil del usuario mediante geometrías faciales que configuran una plantilla. De esta forma certifica que se trata del dueño de la cuenta y verifica su identidad.

Sin embargo, estas plantillas de geometría facial se eliminan tras 24 horas, así como el vídeo selfi compartido por el usuario, que tampoco se agrega a su perfil de Hinge. Una vez se ha obtenido un resultado positivo de la verificación, se le otorga al usuario una insignia en su perfil.

Según declaró el portavoz de Hinge, Jarry Boyd, sobre este sistema de verificación en la revista Wired, "a medida que los estafadores románticos encuentran nuevas formas de defraudar a las personas, nos comprometemos a invertir en nuevas actualizaciones y tecnologías que eviten daños a quienes se citan".

Por su parte, la 'app' estadounidense Bumble utiliza un sistema contra la suplantación de identidad muy parecido. En este caso el usuario no tendrá que hacer un vídeo sino que solo se requiere una selfie imitando la pose que aparece en pantalla y, después, compartirla con Bumble.

Una vez enviado el selfi, la red social utiliza "una combinación de recursos automáticos y humanos" para comprobar que coincide con las fotos de la cuenta, según indica la propia 'app'.

La verificación se puede solicitar a través del botón que lo habilita dentro del perfil o puede ser requerida por Bumble si encuentra sospechas de que sea una cuenta falsa. Por el contrario, esta plataforma sí guarda el selfi de comprobación, junto con las fotos que se hayan subido a la 'app'.

En el caso de la red social francesa Meetic, esta comparte el sistema de reconocimiento facial mediante el envío de un selfi. Este sistema realiza un escaneo del rostro para confirmar que se trata de una persona real y no ha sido alterada o manipulada digitalmente.

Tras ello, el sistema pasa a comprobar la geometría facial y comparar si coincide con las fotos que el usuario comparte en su perfil. En el caso de que se apruebe la verificación, también aparecerá una insignia que garantiza que el usuario en cuestión es el dueño de la cuenta.

Otra de las plataformas de citas más utilizada es Grindr. Esta 'app' no utiliza sistemas de verificación con vídeos o selfis con geometría facial, pero incluye otras fórmulas. En primer lugar, si el usuario creó su cuenta a través de un correo electrónico, el proceso de verificación consiste en enviar un selfi sujetando una hoja con la dirección de correo electrónico asociada con la cuenta de Grindr escrita.

Por otra parte, si la cuenta fue creada a través de terceros, como Apple o Facebook, el usuario tendrá que enviar un selfi con una hoja en la que aparezca el ID de su dispositivo escrito. Grindr solo solicita verificar la identidad si la cuenta ha sido reportada por sospecha de suplantación.

Otras herramientas para frenar estas cuentas

No obstante, también se utilizan otras herramientas como los escaneos automáticos de perfiles para buscar señales de alerta en el lenguaje e imágenes utilizadas. Por ejemplo, se utilizan métodos como las revisiones manuales de perfiles y actividades sospechosas, así como los informes generados por los usuarios.

Tinder, una de las 'apps' de citas más famosas, utiliza varias «defensas» contra cualquier conducta de carácter malintencionado. Una de las técnicas es la de 'shadow-banning', que consiste en volver una cuenta invisible para el resto de usuarios sin que el propietario de la cuenta lo sepa. Esta opción se aplica en cuentas que la red social considera sospechosas, de acuerdo con sus reglas de la comunidad y términos de uso.

«Tenemos una política de tolerancia cero en cuanto al acoso y animamos a los miembros de nuestra comunidad a que denuncien cualquier caso de mala conducta o a cualquier usuario que viole las reglas», expresa Tinder al respecto.

Además de todo ello , una vez identificados los perfiles con intenciones maliciosas y tomadas las decisiones correspondientes, estas plataformas proceden a bloquear las direcciones de correo electrónico, números de teléfono, direcciones IP y otros identificadores asociados con los malhechores.

Los usuarios pueden optar por presentar denuncias ante estas situaciones de fraude o acoso. El procedimiento habitual en estos casos es que el equipo de la plataforma tome medidas como la eliminación de la cuenta o, en ciertos casos, notificar la situación a las fuerzas policiales pertinentes.

Tal y como explica Tinder, «evaluamos y refinamos constantemente nuestros procesos y, siempre que sea posible, trabajaremos con las fuerzas de la ley y el orden para proteger a nuestros usuarios».