Mark Zuckerberg, fundador y presidente de «Meta» (anterior «Facebook»), en el vídeo presentación del «Metaverso». | META HANDOUT

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El «Metaverso». Así se llama la nueva gran apuesta futurista de Marck Zuckerberg. El fundador y CEO de Facebook ha aprovechado la crisis abierta en la compañía para presentar este jueves en Sillicon Valley su nuevo gran proyecto. Un plan, futurista cuanto menos, que pretende sacar internet de las pantallas.

Se trata de una especie de mundo virtual, al que se accedería con conexión a internet y unas gafas de realidad aumentada (cuya venta sería el gran negocio de la compañía). En este universo paralelo, según explica el CEO de ahora «Meta», se podría trabajar con otros usuarios, ir al gimnasio o viajar. Todo sin moverse físicamente de casa y equipados tan solo de una de estas gafas y conexión a internet.

El proyecto, que parece sacado de la serie «Black Mirror», es la nueva gran apuesta, con la que Zukerberg pretende llevar a la compañía a otro nivel y potenciar todavía más la relación entre la tecnología y las personas.

La idea es que se convierta en un espacio de encuentro social. Hacer la vida online sin moverse de casa y solo a través de unas gafas.

Es una vieja obsesión de Zuckerberg y para la que ahora está destinando todos los recursos. Ya ha anunciado una inversión de 150 millones de dólares para el equipo de desarrolladores.

El magnate, eso sí, ha avisado que faltarán años e incluso décadas para acabar de desarrollar las potencialidades de este nuevo mundo paralelo online. Por ahora el «Metaverso» no tiene fecha en el horizonte para su salida a la venta, pero concentra los mayores esfuerzos e inversiones.

Octubre ha sido un mes negro para Facebook. La empresa ha hecho frente a una grave crisis reputacional, que le ha llevado a perder millones en bolsa y la desconfianza de muchos usuarios.

El detonante ha sido la revelación, por parte de una extrabajadora, de un informe de la compañía en el que se detectaba que el uso de las redes sociales en niños y jóvenes estaba causando serios problemas de salud mental.

Desde baja autoestima hasta problemas graves de adicción. Sus productos estrella suponían un peligro para los más jóvenes para la sociedad y no se estaba haciendo nada al respecto. Todo lo contrario: la empresa de Zuckerberg escondió el estudio.

Lavado de cara (y de nombre)

Ahora el magnate trata de dar un lavado de cara a las redes. Esta misma semana la compañía, en este intento por desmarcarse, ha anunciado que cambia de nombre. A partir de ahora ya no será «Facebook», sino «Meta». Un mero cambio de nombre, bajo el que se seguirán aglutinando las mismas redes sociales: Facebook, Instagram... Pero los cambios, eso sí, no se quedan ahí.