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Como si se tratara de las entregas por fascículos, el crimen organizado en internet vuelve a la actividad en septiembre. Reconocidas marcas de prestigio como Amazon, MediaMarkt o Apple han sido utilizadas para difundir una campaña de phishing, la tipología de estafa electrónica que capta la atención del usuario ofreciéndole regalos de productos electrónicos y bonos de descuento, cuando en realidad lo único que persiguen es hacerse con nuestros datos bancarios.

La Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), organismo dependiente del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), alerta de la difusión generalizada en estos primeros días de septiembre de distintos tipos de correos electrónicos que utilizan como excusa la realización de una encuesta al consumidor para agasajarle con suculentas recompesas.

Lo malo es que esas recompensas no existen, tan solo son un anzuelo ficticio para que 'piquemos' y así obtener nuestras credenciales bancarias y demás información personal sensible.

Cómo identificarlo

Como sucede en la mayoría de ocasiones que nos enfrentamos a una campaña de phishing esta se caracteriza por adoptar distintos formatos, siempre utilizando elementos reconocibles de marcas de prestigio para dar verosimilitud al engaño.

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Es importante advertir que estos emails se envían desde una cuenta que no pertenece al servicio legítimo de las empresas, por lo que la dirección desde la que se envían los correos no es un dominio que pertenezca al servicio.

En este caso, muchos de ellos se dirigen al usuario utilizando la primera parte de la dirección de correo electrónico en vez de por su nombre o apellidos. Esta debería ser una pista suficientemente clara para hacernos desconfíar.

Sin embargo a muchos les puede cegar el ansia por hacerse con productos de alto valor económico como auténticas gangas. De hecho el mensaje está redactado de tal modo que se invita al usuario a completar una encuesta lo más rápido posible para recibir supuestamente los mejores premios.

Ello obedece a una estrategia muy común en este tipo de fraudes: se apremia al usuario a llevar acciones de forma inmediata para que no le dé tiempo a pensar y analizar la situación, y en su caso percatarse del engaño.

Por ello lo mejor ante un mensaje electrónico sospechoso es deshacerse de él enviándolo de cabeza a la papelera de reciclaje; nunca debemos abrirlo y mucho menos descargar ningún archivo.