El logo de Samsung en las oficinas principales de Seul. | Kim Hong-Ji

TW
0

Los herederos de Lee Kun-hee, el difunto presidente de Samsung y la mayor fortuna de Corea del Sur, han aceptado este miércoles abonar más de 12 billones de wones (8.930 millones de euros) en concepto de impuesto de sucesiones, cifra que representa un nuevo récord en el país.

Tras el fallecimiento de Lee, el pasado mes de octubre, a los 78 años de edad, sus herederos recibieron un plazo de seis meses para comunicar a las autoridades surcoreanas cómo organizar el cobro de la herencia, incluyendo el pago del impuesto de sucesiones, fijado en el 50%, el segundo más elevado del mundo, después de Japón, con la posibilidad de elevar esta tasa aún más en función de las participaciones empresariales a heredar.

«Es nuestro deber y responsabilidad cívicos pagar los impuestos», anunció la familia en un comunicado difundido este miércoles, apenas dos días antes de que expirase el plazo dado por las autoridades de Corea del Sur.

En este sentido, la familia indicó que hará efectivo el pago en cuotas, abonando la sexta parte a finales de mes y el resto a lo largo de los próximos cinco años.

Según la agencia surcoreana Yonhap, el patrimonio del difunto presidente de Samsung superaría los 25 billones de wones (18.600 millones de euros), incluidas acciones valoradas en 19 billones de wones (14.130 millones de euros).

Los herederos de Lee explicaron que donarán 1 billón de wones (740 millones de euros) a financiar la lucha contra el Covid-19 y la investigación de enfermedades raras, además de entregar la colección de arte del difunto patriarca, compuesta por alrededor de 23.000 obras, cuyo valor estimado ronda los 2 billones de wones (1.480 millones de dólares) y entre la que figuran originales de Salvador Dalí, Claude Monet y Pablo Picasso.

Samsung Group fue fundada en 1938 por Lee Byung-Chul, el padre de Lee Kun-hee, a quien se considera el artífice de la transformación del conglomerado, desde que asumiera la dirección en 1987, en la mayor compañía de Corea del Sur y en una potencia tecnológica global.

El pasado mes de enero, el empresario surcoreano Lee Jae-yong, vicepresidente de la compañía y único hijo varón de Lee, fue condenado a dos años y medio de cárcel por su papel en un escándalo de corrupción que salpicaba también a Park Geun-hye, presidenta de Corea del Sur entre 2013 y hasta su destitución en 2017.

A pesar de suponer su ingreso en prisión, la sentencia fue sustancialmente menor que los nueve años solicitados por los fiscales, ya que los jueces tomaron en consideración la dificultad para el empresario de rechazar las peticiones de sobornos por parte de la entonces presidenta del país.

Lee, de 52 años, había sido sentenciado en 2017 a cinco años de prisión por ofrecer miles de millones de wones a Choi Soon Sil, amiga íntima de la entonces presidenta surcoreana, Park Geun-hye, para, a través de esta amistad, lograr el favor del Gobierno en la fusión de dos filiales de Samsung.