Esencia Coachella en el Country Club

Los asistentes llegaron vestidos como dicta la tradición festivalera: coronas de flores, tejidos vaporosos, colores tierra, botas, flecos, lentejuelas y gafas de sol extravagantes marcaron la pauta de una noche en la que la moda fue tan protagonista como la música en el que pincharon djs de la talla de Pere Mayol, Simo Mestre y Julián Mielcarek entre otros. Hubo actuación del grupo Feeline Performace arts y los asistentes se pudieron maquillar y tatuar en los diferentes stands.

El ambiente, con luces cálidas y detalles decorativos que evocaban el desierto de Indio, permitió a los presentes sumergirse en la experiencia. La pista de baile no tardó en llenarse gracias a una selección musical que recorrió varias décadas.

Más que una fiesta, lo vivido anoche en el Country Club fue una celebración de la libertad, la creatividad y la buena vibra. Una cita que logró trasladar, aunque por una noche, el espíritu libre y diverso de Coachella a suelo local, demostrando que no hace falta viajar a California para sentir su magia.