El reciente atraque de un superyate en Mallorca se suma a una lista estelar de visitantes ilustres. Jeff Bezos, Mark Zuckerberg y numerosos magnates han dejado su huella en la isla durante los últimos veranos. Ahora, el último invitado ha causado especial impacto por las dimensiones colosales y el derroche de innovación a bordo de su navío. El yate bautizado como Al Lusail, cuenta con 123 metros de eslora, supera la longitud de cualquier campo de fútbol profesional y manifiesta el auge de las Baleares como polo mundial del turismo de súper lujo. Valorado en 500 millones de euros, es considerado el yate más caro del mundo.
Más que una muestra de riqueza, este yate es una declaración de intenciones en cuanto a la influencia internacional de quienes lo navegan. Además, el simbolismo va más allá de su imponente aspecto: en la cubierta, el nombre inscrito remite a una ciudad futurista del Golfo, reforzando la narrativa de modernidad, ambición y prominencia de sus propietarios en la escena global de 2025.
Un resumen del superyate que fascina en las Baleares
El navío, botado en 2017 por Lürssen Yachts, constituye un hito de la ingeniería náutica contemporánea. Combinando casco de acero, superestructura de aluminio y cubiertas de teca, la embarcación persigue el equilibrio entre elegancia y funcionalidad. La creación de sus espacios fue encomendada a los renombrados estudios H2 Yacht Design (exterior) y March & White (interiorismo), responsables de convertir cada rincón en un palacio flotante. El interior destila lujo sobrio con mármoles, maderas nobles y tejidos únicos, y ofrece dieciocho suites para treinta y seis invitados, atendidos por una tripulación de hasta cincuenta y seis profesionales.
Entre las comodidades más notables, el superyate cuenta con cine privado, spa, gimnasio equipado, salón de belleza, helipuerto y garaje para embarcaciones menores. Zonas de barbacoa y plataformas de baño completan una oferta pensada para el máximo confort, privacidad y disfrute de los mares españoles. El amarre en Mallorca de esta joya náutica refuerza la tendencia de las islas a atraer fortunas globales y movilizar industrias vinculadas a la hostelería de ultra lujo.
La elección de Mallorca como destino no es casual. En los últimos años, Mallorca se ha establecido como refugio para magnates, artistas y empresarios que buscan privacidad, autenticidad y alto nivel de servicios. La llegada de superyates trasciende el ocio y puede leerse como movimientos estratégicos dentro de la diplomacia internacional. No es la primera vez que embarcaciones de esta envergadura sirven como espacios de reuniones privadas y acuerdos entre líderes o representantes de grandes corporaciones.
La simbología del nombre de esta embarcación es especialmente significativa en 2025. Lusail, la urbe moderna al norte de Doha que inspiró la denominación del yate, fue uno de los epicentros del Mundial de Fútbol 2022, un escaparate donde la capacidad de desarrollo, opulencia y proyección internacional quedó patente. En esa línea, cada activo de lujo de estos propietarios funciona como instrumento publicitario y diplomático, consolidando la imagen del país y sus intereses más allá de sus fronteras.
El desembarco de megayates en Palma y otros enclaves de Baleares genera, sin duda, beneficios económicos directos e indirectos para la región. Restaurantes de alta gama, proveedores de combustible, empresas de ocio náutico y servicios de mantenimiento experimentan repuntes de actividad cada vez que una de estas embarcaciones hace escala. Sin embargo, la concentración de fortunas puede suscitar polémicas en torno a la sostenibilidad medioambiental, la gentrificación y la desigualdad social.
Estudios publicados en 2024 por el Observatorio de Turismo Balear indican que la llegada de grandes fortunas ha impulsado el precio de servicios e inmuebles, dificultando el acceso a la vivienda a los residentes locales. Debates recientes en el Parlamento de las Islas Baleares han puesto sobre la mesa la necesidad de regular el impacto de este turismo premuim sin frenar su sustancial aportación al PIB regional.
16 comentarios
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Me vais a perdonar, pero si tuviera que posicionarme entre un rico opulento y derrochador y un rico humilde y austero, probablemente me decantaría por el primero. Los derrochadores, al fin y al cabo, devuelven el dinero a la sociedad en forma de caprichos, placeres y consumo. Si tú puedes gastar 1.000 euros, esta gente gasta 100 millones, y ese gasto genera actividad, empleo y oportunidades para muchos. La realidad es que si los multimillonarios no gastan esas fortunas en caprichos, difícilmente la sociedad puede recuperar el dinero que ha ido a parar a sus manos.
Miris on miris, tot són guirisLa cultura musul mana es in moral, es ra cis ta y machis ta, quien no lo vea es que es ciego.
xxxOjala
Ibn SidaNo, no es eso. Dejate de zurdos y de historias... no que considero zurdo, es cuestión de sentido común
De tres espletsTotalmente de acuerdo contigo.... Cuando tenemos una crisis de vivienda, de cesta de la compra, de inmigración ilegal masiva, guerras, incertidumbre por la economía mundial, y mil problemas más, te plantan este armatoste en tu cara, como si se estuvieran riendo de ti.... Esta gente proceden de paises dictatoriales, ¿por qué les besamos el qlo?
El cappitalisme és immoral, qui no ho vegi és que és ceg
Ibn SidaComo os quedaréis de ofendidos cuando PP y Vox metan un zasca con sus políticas ultra privatizadoras y tengas que mendigar para poder pagar la sanidad , te bajen la pensión ( hasta que las privatitzen claro) y demás ..ojo que a lo mejor eres de los que creen en un mañana con unicornios voladores y esas cosas.
Ha venido a poner a disposición su yate para la llegada de pateras y llevarse a sus iguales a un país mejor y próspero.
BaleasturExactamente. El preocupante, que no deja beneficios y produce gastos, es el turismo de pateras. De estos que vengan todos.
Ibn SidaHablo un tieso