Verano en Mallorca

Conviértete en imán de prosperidad: el sencillo ritual de San Juan que te hará atraer el dinero

Su simplicidad lo hace accesible para cualquiera que desee aprovechar las energías especiales de esta jornada mágica

Se debe colocar el billete o moneda sobre el papel escrito y, encima de ambos, situar la hoja de laurel | Foto: Pexels | Pavel Danilyuk

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La tradicional noche de San Juan, celebrada el próximo 23 de junio, marca oficialmente la llegada astronómica del verano y se caracteriza por sus emblemáticas hogueras en playas y diversos rituales populares. Esta festividad combina tradición y misticismo en una noche donde muchos buscan ahuyentar las malas energías y atraer fortuna para el nuevo ciclo estacional. Entre estas prácticas destaca un sencillo ritual enfocado específicamente en atraer prosperidad económica, pensado para quienes tienen el dinero como su principal preocupación.

Este ritual tradicional, que puede realizarse tanto en casa como junto al mar, requiere únicamente seis elementos básicos y está diseñado para potenciar la abundancia financiera y nuevas oportunidades económicas. Su simplicidad lo hace accesible para cualquiera que desee aprovechar las energías especiales de esta noche mágica, considerada por muchos como un momento propicio para la renovación y la manifestación de deseos relacionados con la prosperidad. Los expertos en tradiciones señalan que esta posee una carga energética particular debido a su coincidencia con el solsticio de verano, momento astronómico que desde tiempos ancestrales se ha vinculado con la abundancia y la fertilidad.

Para realizar correctamente este ritual se necesitan seis elementos fundamentales, cada uno con su propio simbolismo relacionado con la prosperidad:

  • Una vela verde, color tradicionalmente asociado con el dinero, la abundancia y el crecimiento económico en numerosas culturas.
  • Un billete o moneda de curso legal, que actuará como símbolo y atractor de más dinero según el principio de «lo semejante atrae lo semejante».
  • Una hoja de laurel, planta considerada desde la antigüedad como símbolo de éxito, victoria y riqueza.
  • Un papel pequeño y un bolígrafo para escribir el deseo específico relacionado con la prosperidad económica.
  • Un recipiente resistente al fuego, necesario si se realiza el ritual en casa y no junto a una hoguera en la playa.
  • Fósforos o encendedor para encender tanto la vela como para quemar posteriormente el papel con el deseo.
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Los estudiosos de las tradiciones asociadas al solsticio recomiendan realizar este ritual específicamente durante la noche del 23 de junio, preferiblemente en la franja horaria entre las 23:00 y las 00:30 horas. Este período se considera especialmente potente por coincidir con el momento de máxima energía de la festividad. El entorno también juega un papel importante: idealmente, el ritual debería realizarse bajo la luz de la luna o cerca del mar, elementos que potencian las energías de transformación y abundancia. No obstante, si no es posible desplazarse a la playa, puede adaptarse perfectamente para realizarse en cualquier espacio tranquilo del hogar.

El proceso para realizar correctamente este ritual tradicional consta de siete pasos claramente definidos:

  1. En primer lugar, se debe preparar un espacio adecuado que favorezca la concentración. Si se está en la playa, es recomendable situarse cerca de una hoguera o crear un pequeño círculo con piedras para colocar la vela. En casa, bastará con un rincón tranquilo donde no haya interrupciones.
  2. A continuación, hay que encender la vela verde, mientras se recita en voz baja la siguiente frase: «La energía del fuego me guía hacia la abundancia. Que nunca falte el pan, el oro ni la suerte en mi vida». Esta afirmación actúa como declaración de intenciones y activación del ritual.
  3. El tercer paso consiste en escribir un deseo específico relacionado con el dinero o el trabajo en el papel preparado. Los expertos recomiendan ser concretos, con ejemplos como «Quiero conseguir un empleo estable», «Deseo que mi negocio prospere», o simplemente «Quiero atraer abundancia y seguridad económica».
  4. Seguidamente, se debe colocar el billete o moneda sobre el papel escrito y, encima de ambos, situar la hoja de laurel, que según la tradición actúa como potenciador y canalizador del deseo.
  5. Un componente fundamental es la visualización: hay que cerrar los ojos durante unos minutos e imaginar vívidamente cómo se recibe el dinero necesitado, cómo se resuelven los problemas financieros o cómo se alcanzan las metas económicas deseadas. Es importante sentir gratitud anticipada, como si el deseo ya se hubiera materializado.
  6. Posteriormente, se procede a quemar el papel y el laurel en el recipiente preparado (o directamente en la hoguera si se está en la playa), mientras se repite: «El fuego transforma mi deseo en realidad. Que el dinero fluya hacia mí con facilidad, en armonía y para el bien de todos».
  7. Finalmente, hay que guardar la moneda o billete utilizado en el ritual en la cartera personal o en el lugar habitual donde se guarda el dinero. Este elemento se convertirá, según la tradición, en un «amuleto de la prosperidad» que acompañará durante todo el año.

Para maximizar la efectividad de este ritual de prosperidad, los conocedores de estas tradiciones ofrecen algunas recomendaciones complementarias como no soplar la vela para apagarla una vez finalizado el ritual. Lo ideal es dejarla consumirse por sí sola o, si esto no es posible, apagarla utilizando un apagavelas o una cuchara, evitando así 'soplar' simbólicamente la buena suerte. Si el ritual se realiza en compañía de otras personas, se aconseja no compartir el deseo en voz alta.

Según la sabiduría tradicional, los rituales relacionados con el dinero son más efectivos cuando se mantienen en el ámbito privado y se preserva cierto secretismo sobre las intenciones específicas. Aunque la noche de San Juan es considerada especialmente poderosa por su conexión con la renovación energética del solsticio, este ritual puede repetirse en otras fechas significativas del calendario, como noches de luna nueva o luna llena, adaptándolo según las necesidades económicas que surjan a lo largo del año.