En 1994 se hizo cargo Emilio Bohigas, que le dio carta blanca a Toni Bauzá, con una gran experiencia en televisión, para que creara e impulsara todo lo que entendiera que gustaba al público. Y así lo hizo con ‘Nit de Bauxa’, un programa tipo magazine en el que cabía de todo un poco, pero sobre todo, música, entrevistas y mucho humor. Y de entre los que hacían humor, destacaban el citado Jaume, en diversos papeles, Quique y Silvestre González, como pareja de la Benemérita. «Este papel surgió un día cuando Quique me dijo que se le había ocurrido historias de dos guardia civiles que podían dar muchos juego, además, vestidos de guardia civiles, pues... ¡Adelante!, le dije… ¡Y vaya que si dio juego!, y encima, luego, metieron a Miquel Pujadas, como gitano, hablando con un deje gitano de lo más puro, vamos, que si lo metes entre gitanos hablando no te imaginas que es payo, y a Llabrés como cura. Y estaba también Toni Díez, maestro en castellorquinonamo, por lo que rebautizaba palabras con suma facilidad, como, por ejemplo, decía peine en vez de pene, y que destacaba tanto como presentador de telediarios ficticios, haciéndole decir palabras difíciles de pronunciar, como nombres de medicinas para que se equivocara o las rebautizara», recuerda Bauzá.
Como actor, Díez se imbuía en el papel de Cheyene, en Réquiem por Cheyene, en el que Llabrés era su oponente, como Montiyarell, un símil de El bueno, el feo y el malo.

Podían improvisar
«Él sabía que pronunciaba mal en castellano, por eso yo le decía que cuanto más se equivocara, o rebautizara las palabras, más se reiría el público». También, al cantante Toni Obrador, desaparecido ya, como Toni Díez, le hicimos protagonista de otra serie, El sherif O’Brian, lo de O’Brian por Obrador -subraya-, que fue un éxito.
En aquellos años del Canal 4 aparecieron también personajes como Manolito de Teba o Madò Pereta, nombre que surgió cuando una noche Joan Carles Bestard, su creador, preguntó «¿qué nombre le pongo?». Entonces, Jaume Llabrés le propuso: ¿Y por qué no la llamas como mi abuela, Pereta? Y como a Joan Carles le gustó, como Madò Pereta se quedó para siempre.
Toni Bauzá recuerda también que aunque había una planificación, una vez elegido el tema a tratar, «ellos podían improvisar como les viniera en gana, porque seguro que provocaban la carcajada de quién lo viera, ya fuera por su gestos, ya fuera por sus improvisaciones». Bauzá recuerda especialmente las de Jaume Llabrés, como cuando «se nos ocurrió vestirle de romano y colocarlo, en Vía Roma, sobre el pilar ocupado por el romano que tiró sin querer un camión al dar la vuelta. El tipo, vestido de romano, unas veces de guerrero romano, con casco y espada, otras de ciudadano romano, con larga túnica, tocado con corona de laurel, a veces de El Capitán Trueno, o incluso de uno de los dos, pero siempre con gafas de sol. Se encaramaba sobre el pilar y le hablaba al otro romano que quedaba, enfrente de él. O hablaba para si de sus cosas… O hablaba con la gente que pasaba por allí y le veía, y que al reconocerle se partían de la risa, por cómo iba vestido, o por lo que les decía. De aquello grabamos no sé cuántos programas... Todos un éxito».
Algunas frases
Como hemos dicho, había un guión, más lo que se les ocurría a ellos, o lo que es lo mismo: una libertad que les daba licencia para improvisar, fueran posturas, movimientos o frases, de las que algunas pasaran a la historia, como, «Cava tu fosa, amigo. Santana está aquí». O la que le soltó la dama a Toni Díez, dama, dicho sea de paso, con la que había pasado la noche en un camastro de enorme dimensiones: «Como te canta el sobaco, amigo… ¿Te duchas?», a lo que el pistolero, sin dejar de vestirse, le contestó, «No, soy alérgico al jabón… Si me lavo me cresen granos en la cara». Y se lo decía con mirada penetrante, al más puro estilo de Clint Eastwood, añadiendo, además, que cuando se afeitaba lo hacía en seco, «y durante diez años con una navaja oxidada», o cuando Cheyene antes de disparar contra alguien, y haciendo una referencia al frío que reinaba, le decía que «En el infierno ya t’encalentarás».
Otros rostros
«Éramos como una gran familia, y al mismo tiempo una gran escuela del humor, en la que todos aportábamos lo que sabíamos, lo cual nos permitía hacer y decir lo que quisiéramos, eso sí, dentro de un orden, con un único objetivo: arrancar la risa o la carcajada del telespectador. Y es que también hay que decirlo: Emilio Bohigas nos daba cancha».
‘Nit de Bauxa’ aportó otros nombres, entre ellos, los de Loli Fajula, presentadora del espacio, Ana López, Nereida Anglada, Marga Bonnín, Sabrina Olmo, Marta Lozano, que fue Miss Baleares, José Luis Ardura, contando historias de los famosos que trató… Hombres y mujeres que aportaron su granito de arena para que aquel espacio fuera algo más que un plató de televisión.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.