El Club Social Son Forteza, el espacio gestionado en este barrio palmesano por Esment con objeto de desarrollar actividades para generar vínculos entre personas con discapacidad y vecinos del barrio, acogió una charla abierta a la comunidad con el reconocido alpinista Alex Txikon. Este vizcaíno es conocido por sus ascensiones invernales sin oxígeno a montañas como el Everest, el K2 o el Nanga Parbat, además de por su labor activa en la defensa del medio ambiente a través de proyectos como NeverRest, destinado a la limpieza del Everest.
Al encuentro acudió casi un centenar de personas, entre usuarios de Esment, vecinos y aficionados a la montaña. Entre ellos, figuraba Mix Manresa, mallorquín que aspira a convertirse en el primer español con paraplejia en llegar a la cumbre del Kilimanjaro, la montaña más alta de África, utilizando únicamente una bicicleta adaptada. La charla arrancó con una presentación de dicho proyecto, bautizadao como 'De Mallorca a Kilimanjaro sense fer una passa', que tendrá lugar en septiembre de este año.

«Saldremos el 4 de septiembre acompañados con un guía de montaña, un ayudante de guía, una enfermera, una médica y dos cámaras, ya que además grabaremos un documental», explicó Manresa, quien detalló que realizará el recorrido en 7 etapas a bordo de una bicicleta especial de tres ruedas. «Durante la expedición, me monitorizarán para llevar a cabo el primer estudio sobre cómo se adapta el cuerpo de una persona con movilidad reducida a condiciones de altura cercanas a los 6.000 metros», añadió. A continuación, tomó la palabra Txikon, quien arrancó recordando la figura de Andrés Espinosa, el vasco que coronó en 1928 el Mont Blanc en albarcas, sin haber pisado antes un glaciar, a quien comparó con Manresa por su valor y capacidad de esfuerzo en pro de una empresa pionera.

A lo largo de la charla, Txikon explicó a los asistentes diversas anécdotas y curiosidades recogidas en las más de 30 expediciones en las que ha participado a lo largo de su vida, como sus encuentros con leopardos de las nieves o cómo es la vida a 35 grados bajo cero y qué técnicas hay que utilizar para acciones tan simples como beber agua o miccionar.
Sus experiencias generaron un gran interés entre los asistentes, que no dudaron en hacerle preguntas y plantearle reflexiones. «En el Annapurna, por la noche, da la sensación de que casi puedes tocar las estrellas con la mano», aseguró Txikon, quien explicó que siempre ha visitado esta monaña en invierno, «porque el reto es mucho mayor y te obliga a exigirte más a ti mismo».

El alpinista vasco puso el acento en que «hay que trabajar muy duro y entrenar intensamente para poder hacer este tipo de expediciones, y al mismo tiempo es imprescindible la pasión. Hay que ilusionarse e inspirarse con el reto que tengamos delante para poder encontrar la fuerza para llevarlo a cabo, como hará Mix Manresa en septiembre», destacó.
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