El exmarido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarin, trabaja en «ayudar a personas, a deportistas, a directivos de empresas, a superar momentos difíciles o a plantearse metas nuevas» en cuanto a liderazgos o gestión de equipos.
En una entrevista de 'La Vanguardia', ha explicado que vive en Vitoria y trabaja en impulsar Bevolutive, una marca de coaching con ramificaciones deportivas, con un objetivo: «Tener una pequeña cartera de clientes y poder implicarme personalmente en cada uno».
«Porque no dejamos de evolucionar permanentemente, pase lo que pase. Intento hacerme un sitio en este espacio de ayuda a los demás», y ha explicado que empezó un máster de psicología de coaching y también bienestar emocional estando en la cárcel, de la que salió en abril de 2024 tras 5 años y 10 meses de condena por delitos a raíz del caso Nóos. Al salir, necesitaba que alguien le diera la oportunidad: «Ocurrió hace un año más o menos. Es un proyecto que ahora está calando y en el cual me siento súper útil».
Hoy tiene la sensación de llevar una vida ordanada tras años centrado en su defensa: «Mi vida ahora no llama la atención a nadie. Tengo la sensación de que se me ha escapado el tiempo y quiero aprovecharlo».
El exjugador del FC Barcelona valora «mucho cómo se ha portado el club» en sus prácticas como entrenador nacional de balonmano, durante las cuales pudo entrevistar y trabajar con jugadores de la cantera, y también valora que el Palau Blaugrana no descolgara su camiseta con el dorsal 7. «Los distintos presidentes han recibido presiones y no es fácil, en un momento donde la marea es tan negativa, aguantar el pulso. Esa camiseta está ahí por unos logros», ha dicho. Sobre su hijo Pablo, jugador del Fraikin Granollers, ha celebrado que escucha los consejos que le da: humildad, «actitud de guerrero» y saber gestionar las victorias y las derrotas.
2 comentarios
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Amb aquestes notícies i blanquejament continu de tota aquest família... realment qualcú es creu que aquesta gent fa feina?
Salut i república