PRIMERA PERSONA

«Hola soy Joaquín, hoy empiezo a trabajar aquí»

Pep Roig, periodista de Ultima Hora, rememora el año que compartió con Sabina durante los meses que el artista, que este sábado actúa en Mallorca, trabajó en la sección de Internacional de este periódico

Joaquín Sabina y Pep Roig

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Ha llenado estadios por todo el planeta y este sábado actuará en Son Moix en el concierto de despedida de los escenarios. Joaquín Sabina (Úbeda, 1949) sigue siendo un torero en el ruedo del éxito musical. Ha decidido decir hola y adiós en una ciudad que en su día conoció bien. Fue en 1977, año en que se casó, según cuenta, por la noble causa de poder dormir fuera del cuartel. Porque fue aquí donde cumplió con los deberes militares de la época. Pero además, ese chico espigado, con bigote y sin greñas, se pasó un día por la redacción de Ultima Hora y pidió trabajo a Pedro Serra, aunque a la primera persona que conoció fue a Pep Roig, periodista histórico de esta casa, maestro del noble arte de perseguir noticias y reportajes y además de un especialista en el periodismo de humor. Y uno de los mejores amigos que hizo Joaquín durante los meses que permaneció en el diario. El periodista rememora esos años donde los recuerdos empiezan a estar demasiado enquistados donde habita el olvido

¿Cómo fue la llegada de Joaquín Sabina a Ultima Hora?
Yo todavía no era fijo en el periódico y elaboraba las viñetas. Pere Serra me dijo que viniera por la noche al diario y llegaba a las diez hasta las dos de la madrugada y durante este tiempo además de la viñeta hacía otras cosas. En un momento dado se abre la puerta y entra un chico que no conocía y me dice: ‘Hola, soy Joaquín, hoy empiezo a trabajar aquí’.

¿Y usted qué le respondió?
Le contesté, qué raro. A lo que él me dijo, raro ¿por qué? Porque has abierto la puerta y entrado saludando, normalmente la gente que empieza aquí nueva entra y no saluda como si no hubiera nadie. Así nos conocimos Joaquín y yo ese año 77.

¿En qué consistía el trabajo de Sabina en Ultima Hora?
Él empezó a trabajar en la sección de internacional y si no recuerdo mal estuvo casi todo el tiempo en esa sección donde se trabajaba fundamentalmente con los teletipos. Dijo que él sabía escribir y en esos momentos había una vacante en teletipos, le preguntó Pedro Serra si se veía capacitado para llevar a cabo el trabajo y sin dudarlo dijo que sí y le contrató sin saber si realmente sabía o no, pero le vio tan entusiasmado y yendo de frente, que le dio una oportunidad.

A usted le saludó en un concierto en Palma años después.
Recuerdo que yo estaba en Sucesos el año que usted me habla y tocó en el Auditorium y al entrar dijo que dedicaba una canción a Pep Roig, que no sé si está aquí dentro y la gente aplaudiendo. Eso fue en uno de los conciertos que dio cuando ya era un artista muy reconocido. Pero no fue ni mucho menos su primer concierto o recital en la Isla. Ya tocó el año que trabajó en Ultima Hora.

¿En el 77?
Esos meses que estuvo en Ultima Hora el primer recital que llevó a cabo fue en el Bar Recreo de Capdepera.

¿Cantó ahí Sabina en un bar de Capdepera?
Así es y fue por pura casualidad. La historia no deja de ser curiosa. Me invitaron a llevar a cabo una exposición de mis dibujos, de los que publicaba en Ultima Hora, y Joaquín y yo habíamos hecho una buena amistad y tuve un problema y es que me faltaban marcos para poner los dibujos y en esos momentos no tenía dinero para comprarlos. Se me ocurrió decírselo a Joaquín y él me respondió, ‘ven a mi casa que yo tengo’. Él vivía en un piso de la calle Santa Clara y cogió todos los marcos de las paredes de la casa, que no eran suyos, sino de la propiedad de la casa. La mitad de los marcos donde estaban mis dibujos en la exposición del Bar Recreo eran procedentes de la casa que Joaquín tenía alquilada mientras hacía la mili.

'Fantasmas de Pepe, cantará en Joaquín'. Ese fue el cartel de la exposición en el Bar Recreo de Capdepera.
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¿Y fue allí donde hizo el primer concierto?
Allí mismo, sí. Allí dio el primer recital en Mallorca con público, en el Bar Recreo de Capdepera y era el principio del postfransquismo y él tenía una canción que se llama Adivina Adivinanza, que va sobre el entierro de Franco, pensé que tendríamos problemas con la Guardia Civil, que estaban también por allí, o con las fuerzas de la época, pero al final todo el mundo aplaudió y él me dijo sonriendo: ‘Creo que no se han enterado de qué iba la canción’.

¿Qué recuerda de las visitas de Sabina?
En mi casa grabó la primera maqueta y lo hizo con mi guitarra y mi magnetófono y ya le digo que la cosa no salió bien

¿Por qué motivo?
Porque grabó como digo la voz y la guitarra en mi grabadora de cinta y las revoluciones de mi cassete eran más lentas de lo normal y cuando fue a la casa de discos a que la escucharan no le aceptaron y el primer fracaso que tuvo Sabina se puede decir que fue culpa mía por no tener un magnetófono que grabara a velocidad normal.

¿Pudo seguir Joaquín en Ultima Hora después de la mili?
Sí, después del concierto en el Auditorium fuimos a cenar juntos y fue ahí donde me desveló que Pere Serra le ofreció trabajo fijo en el periódico cuando terminara la mili, pero decidíió no seguir. Él no había trabajado prácticamente nunca, vivió exiliado y en fin, tuvo una juventud movida y cuando Pere Serra le ofrece quedarse me dijo Joaquín que estuvo dos días en su casa sin salir pensando si aceptarla o no la oferta y al final me comentó que hizo la maleta y se marchó sin decir nada a nadie.

¿Por qué actuó así?
Me dijo que si hubiese tenido el coraje de venir a despedirse seguramente habría firmado el contrato y trabajado en Ultima Hora.

Quiere esto decir que se encontraba bien en el periódico y también con los compañeros de la redacción.
Sí, era buen compañero. Sin duda.

¿No conserva ninguna fotografía con Joaquín de ese año?
El destino en ocasiones es caprichoso. El fotógrafo de Ultima Hora, Joan Torres, hizo una noche hasta tres carretes de fotografías, pero no reveló ni uno, pero antes éramos así, no valoramos lo que sucedía ni lo que podría llegar después.

¿Convivía también con el resto de miembros de la redacción?
Sí. Era uno más, tanto en el trabajo como fuera de él. Recuerdo por ejemplo que en ocasiones Pere Serra nos invitaba a comer y especialmente haciendo memoria recuerdo un encuentro en Orient donde vivía una traductora de la sección de Internacional ya que las noticias nos llegaban estaban escritas en inglés, ese era el departamento donde trabajaba Joaquín bajo las órdenes de Emilio Lubrín. Él estuvo en esa comida en Orient. Esos años se trabajaba mucho y el ambiente era también muy familiar.