SOLIDARIDAD

Caballeros sobre dos ruedas

Unos 500 'riders' participan en este desfile de motos clásicas y vintage por el cáncer de próstata

Buen ambiente en la concentración solidaria de motos que tuvo lugar en el Castillo de San Carles | Foto: Emilio Queirolo

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Es fácil saber quién es veterano. Una chapa en la solapa de la chaqueta lo anuncia; las hay rojas y azules, pero la mayoría llevan bigote. Es el símbolo de Movember, la organización que trabaja por la concienciación respecto al cáncer de próstata y la prevención del suicidio. Este domingo tuvo lugar The Distinguished Gentleman’s Ride, un encuentro solidario organizado por Café Racer Mallorca y cuya recaudación fue a parar a la mencionada entidad.

El acto, que se celebra hace más de 10 años, reunió a unos 500 riders o jinetes con motocicletas vintage o de estilo clásico. Se inició en el Castillo de San Carles, y después las motos desfilaron por las vías más concurridas de Palma, como Jaime III. La segunda parada fue Varadero, a media mañana, que sirvió a los participantes «para enfriar motores, ya que algunos son muy antiguos», explicó Pedro Barceló, presidente de Café Racer. El encuentro terminó con la música de Barrilete cósmico, en el Club de Mar, en torno al mediodía.

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Objetivo

El objetivo de la jornada es la recaudación de fondos. Tal y como destacan desde la organización, se trata de una aportación voluntaria. En las diferentes ediciones se han recaudado 56.000 euros solo en Mallorca. Ayer se recaudaron 5.000 euros. Los números marean; a nivel internacional, se han conseguido un montante de 56 millones de dólares.

Se trata de un evento que se realiza simultáneamente en multitud de países y en 29 ciudades del estado, siendo Palma «una de las ciudades que más recaudan», explican desde RACE, a la vez que afirman que «casi todas las personas que lo prueban regresan».

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Uno de esos casos es el de José María López-Viota, un médico jubilado que está muy «concienciado con los problemas de próstata». Para la ocasión, ha elegido una BMW R69 S, del año 64. Una pareja de participantes, que reconoce que este es su primer año, explica que, para ellos, «ir en moto es una sensación indescriptible de libertad». Es su primer año, pero ya saben que no será el último.