Víctor Guerrero es una leyenda del mundo del cabaret en España y uno de sus colaboradores habituales a la hora de confeccionar el vestuario y la música de sus espectáculos. El último será la despedida de la célebre abuela 25 anys. Sa revista de Madò Pereta, que empieza gira en los próximos meses. En esta entrevista revisa algunas de las interioridades la producción, además de la persona y el personaje en Madò Pereta.
¿Cómo y cuando empieza a colaborar con Madò Pereta?
— Conocí a Joan Carles Bestard hace muchos años. Tenía el restaurante espectáculo Barcelona Seven Dreams donde él montó la primera revista de Madò Pereta. Gracias a un buen amigo en común, el director Ricardo Reguán, me hice cargo del montaje de las plumas de la revista. Hemos sido buenos amigos, colaboramos en varios espectáculos y trabajado en dos producciones de TV3. Siempre que voy a Mallorca, donde he vivido, nos vemos. Para esta revista le he busqué toda la música y el vestuario. Me he encargado de hacer el vestuario.
¿Qué idea tenia para el ‘show’?
— Yo conozco muy bien a Madò Pereta y a Joan Carles Bestard. Más a Joan Carles pero el personaje de Madò Quería una revista para hacer ‘tourné’ por Mallorca y lucirse, no un refrito. La gente quiere ver chicas guapas, trajes que luzcan mucho, que haya mucho brillo... uno va a un espectáculo a soñar. Y este es el caso. Cuando le enseñé los primeros bocetos Joan Carles me dijo: ‘Víctor, eres libre’ y cuando te dicen eso (ríe) a los creadores la mente se nos ilumina.
¿En cuanto a la música que me puede decir?
— Mucha fantasía. Casi todos los números tienen dos cambios de vestuario. Es muy visual y rico para el espectador porque no el público no rpueda reaccionar cuando . Pascu Orti, el coreógrafo de la obra, y yo hemos estado en contacto. Eso es muy importante porque imagínate que una coreografía con las chicas levantando pierna y yo que tienen que llevar falda tubo.
¿En cuanto a la música que me puede decir?
— Será muy colorista, se ha cuidado todo y con unas músicas muy divertidas. Soy un fanático de las música de espectáculo y he digitalizado muchos vinilos de todo el mundo. Voy una vez al año a Nueva York a ver espectáculos y volví en marzo cargado de vinilos para la obra. Saco canciones de donde no hay porque coger piezas de Lina Morgan lo puede hacer todo el mundo.
«Antes, en la dictadura no se podía decir nada, luego se pudo decir todo y ahora otra vez no se puede decir nada»
¿Cómo definiría la personalidad de Madò Pereta?
— Pereta me divierte muchísimo. Ha sufrido una evolución de ser una payesa mallorquina a una señora muy refinada. Es una mujer llana, de la calle capaz de decir lo que piensa en cada momento sin que le importe lo que piensen de ella. Yo viví el franquismo y en esa época no se podía decir nada, luego se pudo decir todo y ahora volvemos otra vez a que no se puede decir nada. A todo el mundo le escuece algo cuando hablas y Madò Pereta se salta todos esos límites.
¿Cómo ve el mundo del cabaret a día de hoy?
— Hoy en día la gente tiene la palabra cabaret en la boca como la saliva: está allí pero no saben para qué sirve. Ahora cualquier cosa es cabaret Yo hacía cabaret auténtico. Cabaret arrevistado con números musicales, casi todo cantado en directo. Hoy, por ejemplo, no hay plumistas en España; queda uno y su precio es prohibitivo. Si quieres plumas tienes que irte a París.
3 comentarios
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A soñar? Yo creo que el caso de Madò Pereta van a dormir.
Pero luego tienen pesadillas por las noches.
Efectivamente. A mi el citado personaje -que jamás he visto en persona-, me hace soñar. No digo el qué para no herir susceptibilidades.