Bad Bunny lanza un mensaje oculto sobre Mallorca: la ensaimada, en su último éxito mundial

El artista puertorriqueño, que ha anunciado dos fechas de conciertos en España, utiliza el tradicional dulce como metáfora contra la gentrificación y la pérdida de identidad en su álbum 'Debí tirar más fotos'

Bad Bunny estará en España en 2026 con su gira 'Debí tirar más fotos world tour'. | Efe

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La ensaimada mallorquina, conocida en Puerto Rico como Mallorca bread, ha cruzado fronteras más allá de lo gastronómico gracias al nuevo video promocional del artista puertorriqueño Bad Bunny. En la campaña previa a su álbum Debí tirar más fotos, el icónico cantante que acaba de anunciar dos fechas de conciertos en España para 2026, convierte este tradicional bollo en un símbolo de resistencia cultural frente a la gentrificación y la pérdida de identidad.

En el vídeo, Bad Bunny presenta a un hombre mayor que comparte una Mallorca con un sapo concho animado, una escena cargada de nostalgia y crítica social. El anciano lamenta no haber capturado ciertos momentos en fotografías, mientras observa cómo su entorno ha cambiado drásticamente. La referencia a la ensaimada no es casual: representa un símbolo de la tradición puertorriqueña que, como muchas costumbres locales, está en riesgo de desaparecer por la presión de intereses externos.

El artista aprovecha esta metáfora para aludir directamente a la situación de Puerto Rico, donde el auge del turismo y la inversión extranjera está provocando el desplazamiento de comunidades locales, algo que Bad Bunny también denuncia en la canción Lo que le pasó a Hawai, advirtiendo sobre los peligros de perder la cultura y el sentido de pertenencia.

El gesto ha resonado en redes sociales, especialmente entre la diáspora puertorriqueña y defensores de la identidad cultural. En Mallorca, la referencia fue recibida con sorpresa y curiosidad, al poner en primer plano uno de sus productos más reconocidos dentro de una narrativa global. Con este homenaje, Bad Bunny no solo visibiliza la lucha cultural de su país, sino que también ofrece un nuevo significado a la Mallorca como símbolo de arraigo y memoria.

Cabe recordar que existe una destacada comunidad de descendientes de mallorquines en Puerto Rico. La emigración desde Mallorca hacia Puerto Rico comenzó en el siglo XIX y tuvo un auge a finales de ese siglo. Se estima que entre 3.500 y 4.000, en su mayoría mallorquines, se establecieron en la isla caribeña. Muchos de estos emigrantes se dedicaron a la agricultura, especialmente al cultivo de azúcar y café, y lograron prosperar en su nueva tierra.

Para preservar y promover su legado cultural, se han formado varias organizaciones en Puerto Rico. Una de las más destacadas es la Casa Balear de Puerto Rico, sucesora del Círculo Mallorquín. Esta entidad, constituida formalmente en 2019, organiza actividades culturales y recreativas para mantener vivas las tradiciones mallorquinas entre sus miembros.